El gobierno suizo desarrolló una nueva estrategia climática para la agricultura con el fin de mejorar su sostenibilidad y la seguridad alimentaria. El punto principal de este plan es reducir el consumo de carne por habitante, actualmente casi tres veces superior al recomendado por la OMS.
De acuerdo con la Oficina Federal de Seguridad Alimentaria, dos o tres porciones de carne semanales son un nivel máximo desde el punto de vista de la salud, pero en Suiza se consume el triple de esa cantidad.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda no consumir más de 500 gramos de carne por persona a la semana (unos 24 kilos al año). Mientras que en Suiza, país donde su ganado alpino es todo un símbolo nacional, la cantidad se acerca a los 70 kilogramos anuales por persona.
Producir alimentos sostenibles: la meta
Según el Ministerio de Agricultura de Suiza, la reducción del consumo de viandas es sólo una parte de una estrategia que busca reducir las emisiones de efecto invernadero del sector primario y a la vez adaptarse a éste.
En lo relativo a autosuficiencia, el país debe ser capaz de producir un 50% de los alimentos que consume,
Además, el país se propone reducir en dos tercios las emisiones de gases de efecto invernadero por habitante en comparación con los datos de 2020. Mientras que los provenientes del sector agrícola deben bajar un 40% con respecto a los niveles de 1990.
Pero más allá del cambio en los hábitos de consumo, el plan prevé estrategias para reducir el desperdicio de alimentos, una mejor gestión del agua y la disminución del consumo energético del sector primario mediante el uso de fuentes renovables.
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¿Qué nivel de emisiones de gases de efecto invernadero genera el consumo de carne?
Según la FAO, el 14.5% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano se deben a la ganadería.
Además del dióxido de carbono (CO2), hay emisión de gases dañinos para el medioambiente como el metano (CH4) y óxido nitroso (N2O).
Se considera que el metano tiene un impacto climático 25 veces mayor al del dióxido de carbono. Y el óxido nitroso incluso casi 300 veces superior.
La mayor parte de las emisiones de la ganadería se producen durante la producción de piensos (58%). Y a través de la fermentación durante el proceso de digestión de los propios animales (31%).
Finalmente, con una cuota de alrededor del 15%, la ganadería contribuye de forma significativa a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre. Su cuota es casi tan grande como la del transporte mundial.