El desperdicio de alimentos representa un desafío global con implicaciones sociales, económicas y ambientales. En la Unión Europea (UE), se calcula que aproximadamente 88 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, lo que genera un costo estimado de 143 mil millones de euros.
Según un estudio de la Comisión Europea, el etiquetado de los alimentos con fechas de caducidad y consumo preferente también es una de las causas del desperdicio. Una mejor comprensión de las etiquetas podría ayudar a reducir el desperdicio de alimentos hasta en un 10%.
Para abordar esta problemática, la UE ha adoptado un enfoque normativo integral que busca minimizar el desperdicio en toda la cadena de suministro alimentario, desde la producción hasta el consumo final.
Principales repercusiones del desperdicio de alimentos
- Medio ambiente. El desperdicio de alimentos provoca el 16 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario de la UE.
- Economía. Cada año se pierden hasta 132 mil millones de euros por el desperdicio de alimentos.
- Sociedad. Casi 33 millones de personas en la UE no pueden permitirse una comida completa cada dos días, y al mismo tiempo se desperdician toneladas de alimentos.
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La normativa europea ante el desperdicio alimentario
El objetivo de reducir el desperdicio alimentario está en conformidad con el ámbito del Pacto Verde Europeo destinado a lograr una Unión Europea climáticamente neutra en 2050.
La reducción del desperdicio alimentario es un paso crucial hacia la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, la reducción de la contaminación, la mejora de la calidad del aire y la preservación de la biodiversidad.
Además, se maximiza la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero contribuyendo al principal reto del Plan de Objetivos Climáticos 2030 de reducirlos en al menos un 55% por debajo de los niveles de 1990 para 2030.
En este sentido, la lucha contra el desperdicio alimentario contribuye a los objetivos de, entre otras, las siguientes iniciativas de la UE:
- El plan de acción de la UE tiene como objetivo lograr una reducción de la generación de residuos y residuos municipales en un 50% para 2030 para eliminar la contaminación del agua, el aire y el suelo.
- El marco de políticas de investigación e innovación alimentaria 2030 de la UE promueve la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, saludables e integrales que consideren que los ecosistemas del planeta y sus entornos están limitados por las diferencias globales.
- La comisión que salvaguarda la seguridad alimentaria y fortalece la resiliencia de los sistemas alimentarios pretende establecer medidas a corto plazo para mejorar la seguridad alimentaria a nivel global, la agricultura y la protección de los consumidores.
Revisión de la directiva marco sobre residuos
La Comisión presentó en julio de 2023 una propuesta de revisión de la Directiva Marco de Residuos para hacer más por reducir los residuos alimentarios. Entre los cambios, propone objetivos vinculantes de reducción de residuos a nivel nacional para finales de 2030.
El 10% de los residuos debe reducirse en el procesamiento y elaboración de alimentos, y el 30% en el comercio minorista, la restauración, los servicios alimentarios y los hogares.
En marzo de 2024, el Parlamento adoptó su posición sobre la revisión reducir el desperdicio en el procesamiento y elaboración de alimentos en al menos un 20% y en el comercio minorista, los restaurantes, los servicios alimentarios y los hogares en al menos un 40%.
Por lo cual, la Comisión deberá evaluar si deben introducirse objetivos más elevados (30% y 50% respectivamente) para 2035.
El Parlamento propone soluciones específicas para reducir el desperdicio de alimentos, como:
- la promoción de frutas y verduras "feas"
- la vigilancia de las prácticas comerciales desleales
- la clarificación del etiquetado de fechas
- la donación de alimentos no vendidos pero consumibles
La meta de la UE es reducir el desperdicio alimentario
Los países de la UE están comprometidos a cumplir el objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas de reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita en la venta minorista y entre los consumidores. Así como reducir la pérdida de alimentos en las cadenas de producción y suministros, de aquí a 2030.
A fin de acelerar la consecución de este objetivo, la UE ha implementado medidas específicas para limitar la pérdida y el desperdicio de alimentos.
La Directiva Marco de la UE sobre Residuos establece un orden de prioridades para las medidas destinadas a reducir la pérdida y el desperdicio.
La prevención es la primera medida que los países miembros deben aplicar. Cuando la prevención no sea posible, los países de la UE deben tomar medidas para reutilizar, reciclar o utilizar para otros fines los alimentos.
La Directiva Marco de la UE sobre Residuos exige a los Estados miembros:
- reducir la cantidad de alimentos perdidos durante la producción y la distribución,
- reducir el desperdicio de alimentos en los hogares,
- alentar la donación de alimentos,
- supervisar y evaluar la aplicación de las medidas de la UE en materia de prevención del desperdicio de alimentos.
Otras medidas destinadas a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos incluyen la reutilización de los excedentes alimentarios, por ejemplo, como pienso o compost.
Legislación aplicable
La regulación del desperdicio alimentario en la UE está integrada en diversos instrumentos jurídicos, entre los que destacan:
- Directiva (UE) 2018/851 sobre residuos. Introduce obligaciones para que los Estados miembros establezcan programas de prevención de residuos alimentarios, incluidas medidas para fomentar la donación de alimentos.
- Reglamento (UE) 2017/625 sobre controles oficiales. Regula los controles oficiales para garantizar que los alimentos destinados a la donación cumplan con los requisitos de seguridad alimentaria.
- Reglamento (CE) n.º 178/2002. Proporciona la base para la legislación alimentaria general, incluyendo principios para la gestión del riesgo en toda la cadena alimentaria.
- Directiva 2008/98/CE sobre residuos. Establece la jerarquía de residuos, promoviendo la prevención y reutilización como prioridades frente a la eliminación.
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