El proyecto AGRO4AGRI, financiado con fondos europeos por un total de 5.3 millones de euros, es una iniciativa para desarrollar soluciones agrícolas sostenibles.
- El objetivo principal de AGRO4AGRI es reducir la dependencia de agroquímicos en la agricultura, minimizando así su impacto ambiental negativo. Al mismo tiempo busca ofrecer soluciones seguras y sostenibles para la nutrición y protección de las plantas.
Lo anterior será posible con el uso de nanotecnología y biotecnología, ya que ayudarán a tener un sistema de liberación controlada de fertilizantes y bioestimulantes, optimizando la eficiencia en el uso de nutrientes por parte de las plantas.
Estas tecnologías permitirán liberar lentamente los nutrientes hasta 30 días en comparación con los 4 y 10 días de los fertilizantes convencionales.
Este proceso promete ser más efectivo en el aprovechamiento de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, esenciales para el crecimiento de las plantas.
Con el desarrollo de biopesticidas basados en la tecnología de ARN de interferencia (RNAi), una herramienta precisa y segura que permite atacar selectivamente plagas y enfermedades, se evitará el uso de químicos tóxicos y bioacumulativos.
Una vez alcanzados estos desarrollos, se llevarán a cabo pruebas de campo en cultivos como maíz, tomate y sandía, tanto en España, Bélgica y en otros países europeos.
Estas pruebas permitirán evaluar la efectividad y sostenibilidad de las soluciones agroquímicas desarrolladas por el proyecto AGRO4AGRI en condiciones reales de cultivo.
Los avances científicos de AGRO4AGRI no solo buscan mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la agricultura, sino también generar un impacto social positivo.
Al reducir el uso de agroquímicos nocivos, se contribuye a la protección del medio ambiente y la salud pública.
Beneficios de la biotecnología agrícola para una industria sostenible ↗
La biotecnología alimentaria se prepara para tener una industria sostenible para el beneficio
Beneficios esperados
- Reducción del uso de nutrientes en la agricultura en más del 40%.
- Disminución del uso de pesticidas en más del 50%.
- Mitigación de la contaminación del suelo y el agua.
- Promoción de la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles.
- Fortalecimiento de la competitividad industrial y el liderazgo de la UE en el sector agroalimentario sostenible.
El proyecto, liderado por el centro tecnológico AINIA de España, reúne a un grupo de 12 socios provenientes de siete países.
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Otras acciones para reducir pérdida de nutrientes
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unido (EPA, por su sigla en inglés) “los agricultores aplican nutrientes a sus campos mediante fertilizantes químicos y estiércol animal para que los cultivos obtengan el nitrógeno y el fósforo necesarios para crecer y producir los alimentos que comemos.
Sin embargo, cuando las plantas en crecimiento no utilizan por completo el nitrógeno y el fósforo, estos pueden perderse de los campos agrícolas y afectar negativamente la calidad del aire y del agua del subsuelo.
Por ello, explica algunas estrategias que los agricultores pueden implementar para reducir las pérdidas de nutrientes en sus operaciones y contribuir a una agricultura más sostenible y, por lo tanto, a la seguridad alimentaria:
- Adopción de técnicas de gestión de nutrientes: Se sugiere aplicar la cantidad correcta de nutrientes en el momento adecuado del año, utilizando el método y la ubicación adecuados.
- Realizar análisis de suelo: Para determinar las necesidades específicas de nutrientes de cada campo y dividir las aplicaciones de fertilizantes en varias dosis más pequeñas a lo largo de la temporada de crecimiento. Además, utilizar fertilizantes de liberación lenta de nutrientes.
- Implementación de prácticas de drenaje de conservación: Al diseñar y operar sistemas de drenaje se podrá minimizar la pérdida de nutrientes.
- Asegurar la cobertura del suelo durante todo el año: Esto al plantar cultivos de cobertura o especies perennes para evitar períodos de suelo desnudo que lo hacen vulnerable a la erosión y la pérdida de nutrientes. Además, utilizar coberturas orgánicas como paja o compost para proteger el suelo y mejorar su salud.
- Plantación de zonas de amortiguación en los campos: Establecer zonas de amortiguación que actúan como filtros naturales que absorben o retienen los nutrientes antes de que lleguen a los cursos de agua.
- Implementación de la labranza de conservación: Al reducir la frecuencia e intensidad del laboreo del suelo se minimiza la erosión y la compactación del suelo. La labranza de conservación ayuda a mejorar la estructura y la salud del suelo, lo que a su vez reduce la pérdida de nutrientes.