Países sudamericanos como Argentina se han planteado metas fijas sobre el tema del desperdicio alimentario y la reducción de este para el 2030. Es un tema prioritario en la agenda global, pero también es un tema prioritario para la agenda nacional argentina.
Esta estrategia tuvo dos pilares fundamentales que fueron el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta plataforma pudo llevarse acabo gracias a la experiencia de ambas instituciones, así como el Programa de Agro Negocios de la Facultad Agronomía de la UBA que guio en la metodología para el análisis y el desarrollo del documento desde una perspectiva sistémica.
Las pérdidas y desperdicio alimentos es una prioridad global y fundamental para dicha región, es la meta 12.3 de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para Argentina. Este fue uno de los países pioneros en la región con la primera resolución 392 en el año 2015, creando el Programa Nacional y hoy con la Ley Nacional 27 454.
Las acciones contra el desperdicio alimentario en Argentina
En dicha norma se establece que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca es el organismo argentino responsable del cumplimiento de la mencionada meta 12.3 que está encaminada a un consumo más eficiente y sustentable, en donde el intercambio de conocimiento, las buenas prácticas, la participación activa y sobre todo una apuesta a la innovación en el plano institucional, organizacional y tecnológico son claves, sin lugar a dudas.
En Argentina, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca realizó el primer ejercicio de estimación de pérdidas y desperdicio de alimentos, usando el módulo el modelo de flujos de masa alimentaria del balance alimentario de la FAO.
Dentro del webinar: Desperdicio y Pérdida de Alimentos: Una disertación de la FAO, Alessandro Piovesana director de gestión del MITA (Master Internacional en Tecnología en Alimentos) dijo que: “es necesario poder profundizar en la investigación en cada eslabón para de una manera sistémica, poder diseñar acciones más efectivas contra la pérdida y el desperdicio de alimentos”.
Los grupos de alimentos más vulnerables
De acuerdo con datos actualizados al año 2013 en siete sectores como carnes; sea bovina, aviar, caprina, cereales en trigo y maíz, frutas de pepita de carozo y cítricos, hortalizas, lácteos, particularmente leche, oleaginosas, soya, girasol y raíces y tubérculos, fundamentalmente la papa.
Dentro de este grupo se identificó que las frutas de carozo y las hortalizas son las que tienen mayor porcentaje de pérdida y desperdicio de alimentos. De acuerdo a los promedios estimados por la FAO en 2011 por la cadena productiva, se reflejó que en Argentina y a través de ese informe, las frutas y la papa están más o menos en el nivel promedio establecido por la FAO.
En 2018 se realizó un diagnóstico de situación sobre la existencia y disponibilidad y calidad de la información primaria y secundaria, necesaria para cuantificar la pérdida y desperdicio de alimentos a lo largo de todos los eslabones de producción de la industria, de la comercialización y del consumo.
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