La tecnología es clave para garantizar la trazabilidad en la industria alimentaria

La trazabilidad en la industria alimentaria permite rastrear la ruta que ha seguido un alimento desde su origen, pasando por su proceso de transformación hasta llegar a los consumidores. Representa un sistema fundamental que permite el control de los riesgos que puedan afectar a la cadena de suministro de alimentos.

Cada vez son más las industrias, como la de alimentos y bebidas, que se apoyan en la trazabilidad para cumplir las normativas, mantener la seguridad pública, abordar el problema de los mercados paralelos, obtener pruebas de procedencia y garantizar prácticas éticas.

Los sistemas de trazabilidad en la industria de alimentos resultan clave a la hora de mantener la seguridad alimentaria en todas las etapas por las que pasan los alimentos. En caso de detectar una alerta, son capaces de dar con el origen del problema o fraude.

Tecnologías que garantizan la trazabilidad

Para garantizar la trazabilidad de manera integral, se debe contar con tecnologías avanzadas y la armonización de los datos de todas las partes.

• El marcaje o etiquetado preciso de las mercancías, cajas y palés permite la serialización unitaria (UID), la agregación multinivel y el registro electrónico de la procedencia. Toda esa información se captura de forma automática en determinados puntos de contacto para crear un registro completo de todos los productos que circulan por la cadena de suministro.
• La paletización y la agregación son primordiales para cumplir las normativas como la Directiva europea sobre los productos del tabaco (TPD). La cual exige que los fabricantes controlen los productos tanto de forma unitaria como por caja, palé o jaula.
• Una solución de trazabilidad de última generación basada en la nube se integra fácilmente con el ERP/SGA/MES para convertir los datos internos y externos en información relevante y generar informes en tiempo real sobre la condición, el estado y la ubicación de los artículos.

El intercambio de datos armonizados permite identificar más rápidamente los puntos de fallo, resolver conflictos, eliminar silos de información, tomar decisiones con rapidez e innovar.

Para lograr una trazabilidad total, la cadena de información debe permanecer intacta y se requiere la implicación de todas las partes interesadas, puesto que el eslabón más débil es el que marca el funcionamiento de toda la cadena.

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Trazabilidad tecnológica, clave en la inocuidad alimentaria

De acuerdo con el estudio Nueva era de inocuidad alimentaria más inteligente ­ plano para el futuro de la Administración de Alimentos y Medicamento (FDA), el organismo destaca que se están descubriendo nuevos alimentos y métodos de producción y el sistema alimentario se está digitalizando cada vez más.

El nuevo enfoque a la inocuidad alimentaria, que aprovecha la tecnología y otras herramientas para crear un sistema alimentario más seguro, más digital, y con trazabilidad. La inocuidad alimentaria inteligente no se trata solo de tecnología. Se trata de enfoques y procesos más simples, efectivos y modernos.

La mayoría de los registros utilizados para transportar alimentos a lo largo de la cadena de suministro todavía son en papel. Esto crea un sistema en el cual es necesario dar un paso hacia adelante para identificar a dónde han ido los alimentos y un paso hacia atrás para identificar la fuente previa.

Esto, junto con los datos insuficientes para identificar el producto en la cadena de suministro, hace que sea difícil encontrar y dar trazabilidad rápida a los alimentos.

La FDA trabaja para mejorar la trazabilidad para ayudar a proteger a los consumidores de productos contaminados al rastrear rápidamente, identificar fuentes específicas y ayudar a remover productos del mercado tan rápido como sea posible, cuando sea necesario.

Finalmente, establecer esta base de trazabilidad permitirá a las partes interesadas de la cadena de suministro adoptar y aprovechar las tecnologías digitales, compartir datos, e introducir enfoques que reducen mucho el tiempo que toma identificar el origen de un alimento contaminado conectado a una retirada del mercado y/o brote.

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