La sustentabilidad es la forma en cómo se cambian los métodos de producción para hacerlos sostenibles y amigables con todos los grupos de interés, y dentro de los cuales está el planeta.
La sustentabilidad debe implementar las medidas para lograr empresas sostenibles o humanos sostenibles después de un trabajo que hay que hacer. Y esto apenas se está empezando a hacer y aunque hay buenas voluntades, muchos esfuerzos, todavía no se ha podido lograr esa sostenibilidad requerida.
“Y es por muchas razones que cuesta dinero esta sostenibilidad, el producir de manera sostenible. Se requiere de inversión porque es necesario un cambio de estrategia, para cambiar a varios entes dentro y fuera de la empresa”, así lo dijo en entrevista para The Food Tech, Ricardo Reyes, Director de Desarrollo de Negocios y Marketing de Veolia México.
Procesos sustentables y tecnologías en la cadena de valor
Las estrategias de las empresas son las que definirán una cadena de valor sustentable. Se estima que para 2050 seremos 9 billones de habitantes en el mundo y se tiene que alimentar a esa población. Y esto, obviamente parte de un sobre consumo de recursos como agua, gas, suelo, energía.
“Entonces se estima que va ir cambiando esto, y por ello es importante definir por qué las empresas quieren ser sostenibles. Esto para poder seguir compitiendo entre las empresas y sus consumidores”, señala.
Para alimentar a la población que se viene, se dice que va a incrementar la demanda de agua un 30 % en 2050, y es un recurso que no hay. Entonces si las organizaciones pueden implementar tecnologías para reducir el uso de agua, la huella hídrica donde se re-ocupe el agua residual, que es la que se genera en el proceso al final y la vuelva a inyectar a su sistema y producir, se dice que ya está siendo sostenible.
“Si puedes reutilizar los residuos y volverlos circulares, entonces si todas las empresas generan residuos orgánicos, sólidos, líquidos, y los pueden valorizar, ya está siendo sostenible”, expresa.
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Cómo impulsar la economía circular
Para el directivo de Veolia, es complicado pasar de una economía lineal, a una economía circular. “Es difícil pero estamos en ruta a hacerlo, es difícil porque muchas veces se tiene que cambiar el material con que produces. Un ejemplo que todo el mundo conoce es el empaque de plástico que sale al mercado".
"Y también es muy difícil captarlo, porque no hay mecanismos, no hay una motivación o reglas de juego de parte de los gobiernos, de los municipios para poder separar, clasificar, encontrar el producto adecuado. Y aún así el reciclado de PET en México es todo un éxito porque se recicla una tasa mucho mayor que en Europa”, destaca.
Ese es el reto de la economía circular, no solamente trabajar en la etapa final de producción y en el post consumo, sino cómo poder empezar a trabajar en este principio con las organizaciones, para que al llegar a la etapa de producción final y al post consumo, se tenga un material que sea más fácil de darle economía circular.
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Tendencias en consumo sustentable
La pandemia hizo un cambio de conciencia, quizá no en todos, pero sí en muchas personas. El consumidor actual está cambiando y buscando más lo orgánico, lo natural, porque está cambiando ese hábito de consumo hacia su entorno. Los consumidores y productores locales, también forman parte del cambio de tendencia.
Otro cambio de tendencia es el desperdicio de los alimentos, porque los consumidores y muchas de las cadenas de restaurantes se dieron cuenta de que el desperdicio de los alimentos es muy grande y se tiene que bajar.
“Una tendencia más fuerte es trabajar con empaques reciclables biodegradables, eso llegó para quedarse y cada vez más se va ir viendo más. Entonces el consumidor va a dejar de consumir productos que no tengan un elemento reciclaje o biodegradable”, indica Reyes.
Además, es prioritario bajar la huella de carbono, “porque cada uno de nosotros tenemos una huella de carbono en nuestras actividades diarias y en lo que consumimos también en nuestra alimentación.
Porque también nos hemos dado cuenta de los destrozos que ha habido en el campo debido al calentamiento que cada vez será peor. Entonces, también la cadena de producción de la siembra y la cosecha está cambiando”.
Estas son las tendencias que van, que llegaron, se están quedando y la pandemia sirvió para reforzarlas. “Y ojalá que todos adoptemos estas tendencias, que sin duda modifican los sistemas productivos de las empresas. Por ello, hay que obligarlas a que den estos pasos que empiezan desde el consumidor”, puntualiza.
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