El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año con el firme propósito de centrar la atención en la gestión sostenible de los recursos de agua. Se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua, en apoyo del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: agua y saneamiento
para todos para 2030.
Según los últimos datos disponibles de la OCDE, el consumo per cápita de agua en México fue de unos 697 mil litros en 2021. Si bien esta cifra se ha mantenido relativamente estable en las últimas dos décadas, México sigue figurando entre los mayores consumidores de agua a nivel mundial.
La Global Water Partnership (GWP) indica que prácticamente un tercio de los recursos hídricos del mundo se encuentran en Sudamérica. Después de Brasil, Colombia y Perú tienen la mayor cantidad de agua a nivel global.
Sin embargo, estos países también muestran los índices de consumo de agua más elevados, con aproximadamente 1.7 millones de litros por persona, respectivamente, casi el doble que en México.
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El agua en la industria de alimentos
En la industria alimentaria, el agua se utiliza por ejemplo para la generación de vapor, para cocimientos, calentamiento, intercambio de calor, es decir, para presurizar los alimentos., Y también se utilizan aguas heladas para detener la cocción.
“Para la industria alimentos en general, mucha agua se usa para lavados y también se usa para el producto en sí, por ejemplo, cervezas, bebidas, etcétera. Entonces digamos con esto yo quiero mencionar que son procesos muy complejos que requieren el adecuado involucramiento de expertos”, declaró en entrevista exclusiva para The Food Tech®, Jesús Riezco, Director de la División de Alimentos y Bebidas de Ecolab para Latinoamérica Norte.
El directivo señaló que el uso de agua en la industria es variable, cada segmento tiene diferentes indicadores. Y la compañía se basa en los indicadores de sus clientes y en los objetivos que desean alcanzar.
“Lo que nosotros tratamos de hacer es alinear la parte de sustentabilidad que es como toda la parte de un adecuado uso del agua con la viabilidad económica de los proyectos. Entonces cuando nosotros hacemos todos estos estudios y determinamos a través de los objetivos del cliente, cuál es su objetivo de reducción, tratamos de encausar a través de ahorros, las inversiones que son necesarias”, indicó.
¿Por qué se toman medidas para el cuidado del vital líquido?
El acceso al agua es un derecho humano. Sin embargo, 2 mil 200 millones de personas carecen de servicios de agua potable gestionados de forma segura, lo cual tiene consecuencias devastadoras para sus vidas y para la sociedad en general.
Las Naciones Unidas señalan que una buena gestión del ciclo del agua sustenta los avances en toda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente en relación con el hambre, la equidad de género, la salud, la educación, los medios de subsistencia, la sostenibilidad y los ecosistemas.
El agua también ocupa un lugar central en la adaptación al cambio climático, al servir de vínculo crucial entre el sistema climático, la sociedad humana y el medio ambiente.
Sin una gobernanza adecuada del agua, es probable que aumente la competencia por ésta entre sectores y que se produzca una escalada de crisis hídricas de diversa índole, desencadenando emergencias en diversos sectores que dependen de este recurso.
Desafíos relacionados con el uso del agua en el sector alimentario
De acuerdo con Riezco, los principales desafíos vienen por la cantidad de agua que se tiene disponible para las diferentes empresas. Normalmente, un 80% del agua del planeta se usa realmente para la agricultura y el restante se divide entre población e industria.
“Pero, los mantos freáticos están más limitados, lo que nos lleva a repensar que nuestro negocio debe estar sustentado en la viabilidad comercial de los clientes, es decir, dar a los proyectos viabilidad hídrica. Ese sería el primer reto. El segundo es el aprovechamiento de agua y el tercero, conforme la industria va creciendo, es que sus objetivos, tanto sustentables como de productividad, también van creciendo”, explicó el directivo.
Otros retos que menciona el especialista son los costos del agua, pues cada vez se está llegando más a los costos reales de extracción y eso también hace que los clientes busquen viabilidad comercial. Lo cual pueden tener a través del desarrollo de proyectos sustentables y medioambientalmente viables que
permitan obtener el costo adecuado del producto terminado.
Mejores prácticas para evitar el desperdicio en el sector industrial
Para la compañía es clave implementar buenas prácticas que permitan reducir el desperdicio del agua en la industria, para lograrlo, la tecnología juega un papel fundamental.
“Tenemos tecnología que en tiempo real puede medir la caldera u olla donde se genera el vapor. Y mientras más logremos retener esa energía, es decir, concentrar el agua en esa olla, más ahorramos en gas y bajamos nuestra huella de carbón”.
El especialista explica que ahorran agua porque no necesitan tirarla para que se reduzca la concentración en esa olla que genera vapor. Estos sistemas que miden en tiempo real esas concentraciones ayudan a mantener los equipos en línea con monitoreo 24/7, y cuentan con el acompañamiento de expertos que revisan esos indicadores, pues ayudan a que las condiciones del proceso sean las ideales.
“Mientras más concentremos el sistema y menos agua tiremos es mejor para el proceso. Entonces todas esas innovaciones tecnológicas nos permiten atravesar por la criticidad de los sistemas, ahorrar agua, bajar la huella de carbono, ahorrar energía, etcétera”, agregó.
Las innovaciones que utiliza la compañía con los clientes tienen un aspecto de control muy interesante, en donde ellos pueden ver de forma continua lo que ocurre en su proceso. Y los sistemas no solamente monitorean y presentan los resultados, sino que también toman acciones y permiten que se reaccione mucho más rápido, y eso ayuda mucho en el ahorro de agua y energía.
“Se debe trabajar para eficientizar el uso y consumo del agua. El foco global está precisamente en asegurar el suministro continuo del uso del agua y reducir costos de operación”, observó Riezco.