Hasta 600 millones de personas se enferman cada año por contaminación de alimentos y hasta 420 mil mueren a causa de esto, las causas pueden ser mucha, sobre toda la inocuidad de alimentos, que también provoca escasez y alza en los costos.
Los alimentos nocivos impiden el crecimiento económico, ya que producen la perdida de hasta 95 millones de dólares, a esto también se agregan las enfermedades humanas y animales, la crisis climática, la escasez de agua, el crecimiento demográfico, los conflictos y la migración forzada, que muestran la fragilidad de los sistemas agroalimentarios.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), adopta prácticas agrícolas sostenibles que integren los principios de inocuidad de los alimentos, para garantizar la reducción de los riesgos ambientales para los alimentos.
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Alimentos inocuos para todos
De esta manera la FAO, reduce al mínimo las repercusiones de la propia producción, elaboración y transporte de alimentos en el medio ambiente, de acuerdo a estudios el sector de la población que se ve más afectado es el más vulnerable.
También declara que la cadena de suministro de alimentos ya supere a la agricultura como principal factor que contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero.
La FAO apoya el cambio social y la innovación tecnológica, respaldados por datos científicos, para comenzar con transformación de los sistemas agroalimentarios basada en la inocuidad alimentaria, que constituyen un propósito prioritario.
Objetivos de desarrollo sostenible
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la FAO, forman un plan de acción para el bienestar de las personas y el planeta, que se plantea cumplir para 2030, los cuales se dividen en distintos puntos.
- ODS 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
- OD3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
Con estos objetivos la FAO invita a las empresas a que los reglamentos no sean excesivamente estrictos, pues provocan la perdida y desperdicio de alimentos y limitan a que los productos inocuos lleguen al mercado.
Base científica para garantizar la inocuidad
La FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han colaborado por más de 60 años para proporcionar asesoramiento científico sólido, neutral e independiente, que detalle las normas, directrices y códigos de prácticas internacionales de inocuidad de los alimentos.
Para cumplir con el mandato han creado reuniones y comités de expertos científicos que se juntan periódicamente y los participantes muestra sus conocimientos especializados para analizarlos.
Dentro de este esquema también se encuentra el Codex alimentarius, que es un recurso que desempeña el papel para garantizar dicha inocuidad, de acuerdo a normas acordadas que son aplicables a lo largo de toda la cadena de suministros de alimentos.
El Codex también promueve el etiquetado de alimentos, para que los consumidores tomen desiciones consientes sobre la calidad de los alimentos que consumen, además de conocer el gramaje y sustancias que podrían provocar alergias.
El futuro de la alimentación inocua
Como lo mencionamos, la FAO propone estos cambios para 2030, en donde las dietas de las personas sean inocuas, asequibles y saludables para todos los sectores y no sólo para los más privilegiados, para tener una mejora equitativa de manera económica y los medios de vida.
Gracias a las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de producción de alimentos, esto se puede lograr, con inteligencia artificial que crea productos plant based y reduce el consumo de productos de origen animal que generan un daño ambiental y un deterioro en la salud física.
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