El agrotech es una nueva forma de entender la agricultura, porque integra los avances tecnológicos para lograr maximizar la producción minimizando la huella medioambiental. Esta práctica ha ido evolucionando con el tiempo y depende mucho del país, porque en la región hay cerca de 600 proyectos agrotech, la mayoría de ellos en Brasil.
En Latinoamérica, Brasil está comercializando más del 20 % de los productos o de los insumos a través de market place para el agro. “Entonces nos llevaron delantera en tiempo, en tecnología y en cantidad de proyectos, le sigue Argentina, Chile y después México”, señala en entrevista con The Food Tech Mario Bustamante, CEO de Instacrops.
Hoy en día, uno de los desafíos más importantes, aún más que la tecnología, tiene que ver con dos temas: el de financiamiento para que el agricultor adquiera o se acerque a la tecnología. Y por otro lado lo relacionado con conectividad, con una barrera tecnológica, pero eso con el tiempo ha cambiado.
“Y vamos avanzando a un paso bien rápido hacia la digitalización. El agro es la segunda industria menos digital de todas. Por eso estamos aquí para ayudar a cambiar eso”, señala.
La tecnología al servicio del campo
Para Mario Bustamante, los procesos de tecnología en los que se centra Instacrops, tienen que ver en enfocarse en el agricultor y cómo lo puede estabilizar. “Nosotros creemos que aumenta la rentabilidad a través de producir más o siendo más eficiente, reduciendo costos, como ejemplo en fertilizante, en el uso de agua y mano de obra, que son las cosas que hoy en día son más escasas”, dijo.
“Entonces, ¿cómo se va a producir la tecnología? obviamente conectando el laboratorio con el campo. Hay tres aspectos que conversan mucho entre sí, como es el desarrollo de dispositivo electrónico, el software y modelo predictivo. Hoy en día está muy fuerte el implementar algoritmos de inteligencia artificial y la industria del agro no está fuera de eso. Creo que estamos en ese desarrollo aún no hay muchos casos, pero de a poco se están generando en este lado de la región” puntualiza.
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El internet de las plantas
Este concepto se refiere a un proceso creativo, y la compañía trabajó en una especie de slogan que lo acercara a los agricultores y a conectar a los productores agrícolas con sus plantas. “Así como la gente se conecta a través de WhatsApp, Facebook, llamados telefónicas, nosotros buscamos generar herramientas para que el agricultor se pueda comunicar con su planta, porque son seres vivos, lo único que le falta a las plantas es hablar, porque respira, se nutre, come, duerme y hace lo mismo que lo hacemos nosotros. Y lo queremos hacer a partir del desarrollo del Internet of Things y una forma que tenemos es etiquetar todo eso conceptualmente”, expresa el CEO de Instacrops.
Este concepto surge porque la compañía se dio cuenta de que la industria agrícola tiene un espacio para incorporar tecnología, para hacer el proceso más eficiente. Y decidieron incorporarse muy fuerte en el tema de ahorro de agua. “
Yo creo que es el hit número uno del momento, hay muchos países que se están secando con el caso de Chile. En California hay varios en la región que están teniendo problemas o de escasez o de exceso. Entonces hacer gestión eficiente del recurso hídrico se convirtió en, digamos, el centro del negocio y empezamos a desarrollar soluciones en base a eso,” enfatiza.
Retos y tendencias de las startups agrotech
Una de las tendencias que viene más fuerte tiene que ver con el uso de inteligencia artificial. Cómo hacer que en el campo, una labor que antes se hacía en varios días, se pueda hacer en un par de segundos.
Entonces todo eso va a apalancado por el uso y la capacidad de cómputo que existe en una máquina que pueda procesar millones de imágenes en poco tiempo y va a aprender a detectar enfermedades o hacer conteo de estimación de rendimiento.
“Toda la cadena tiene distintas etapas de desarrollo tecnológico, entonces hay un desafío pero eso va a ir evolucionando a medida que la tecnología vaya creciendo. Un ejemplo es la inteligencia artificial, IoT, blockchain, tecnologías que se están incorporando a la industria agrícola. Entonces son desarrollos tecnológicos que se tienen que ir incorporando de una forma que el agricultor latino entienda, porque el agricultor de acá no es lo mismo que el de California o el de Tel Aviv”, expresa.
Uno de los retos principales de las startups es la inversión. “Todos los fondos de los cuales nos apalancamos las startups dependiendo del país, hasta los apoyos que existen de parte de los privados. Falta la integración de más actores de la cadena, porque una startup solo desarrolla tecnología y en la agroindustria se puede morir fácilmente porque los procesos y los ciclos son largos”, destaca.
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