La pérdida y el desperdicio de alimentos es una de las problemáticas que las industrias de alimentos y bebidas, que a la vez permite aumentar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del medio ambiente.
Las compañías del sector de alimentos y bebidas deben considerar que el desperdicio de alimentos no significa tener pérdidas. Las pérdidas ocurren durante la etapa de producción y procesamiento de carga. El desperdicio, en tanto, ocurre cuando durante la etapa de comercialización y producción.
Durante la jornada de webinars “Alimentos: Nuevos escenarios. Tendencias, tecnología, nutrición, pérdidas y desperdicios”, organizada por Tecno Fidta, especialistas destacaron que el desperdicio de alimentos también se presenta durante las diversas etapas del proceso de producción, desde el cultivo o cosecha.
Si bien no existe una solución clara para el desperdicio de alimentos, sí existen diversos factores que deben considerarse para evitarlo y en otros casos redistribuir estos alimentos. Actualmente, alrededor de 690 millones de personas padecen hambre y 3 mil millones no pueden permitirse una dieta saludable.
El hambre ha ido en aumento durante los últimos cinco años y la pandemia de la enfermedad por coronavirus está poniendo en peligro la seguridad alimentaria y nutricional de hasta 132 millones de personas más.
Los procesos colaborativos
Los procesos colaborativos entre empresas y asociaciones también son una parte de los procesos para la recuperación de desperdicio. Asimismo, las alianzas en con las cadenas de comercialización para evitar el desperdicio también son una opción para las empresas del sector alimentario.
Respecto a la vinculación para evitar el desperdicio, algunas empresas como Arcos Dorados, que opera la marca Mc Donald’s, mantiene alianzas con organizaciones, como la Red de Bancos de Alimentos, a través de la cuál permiten que los alimentos que están en perfectas condiciones lleguen a la mesa de quienes más lo necesitan.
En el webinar, los expertos destacaron que son muchísimas las empresas que han hecho un esfuerzo muy grande en este contexto para aumentar sus donaciones, para controlar su sector, para estar atentos a que esos alimentos que estaban están próximos a vencerse, no lleguen en tiempo y forma a las instituciones.
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Eficientar estos procesos también es una garantía para los consumidores, dado que otorga la seguridad de que recibirán un producto fresco y seguro para su ingesta. También permite garantizar la vida útil del producto.
En ese sentido, las empresas tienen datos de que cerca del 40% de los productos que se pierden en la cadena o porque además son productos de alto valor nutricional que generalmente las poblaciones más vulnerables no acceden.
De acuerdo con los participantes, para lograr procesos eficientes para evitar desperdicio y recuperar alimentos, se debe trabajar colaborativamente con proveedores, cadenas de retail y los Bancos de Alimentos.
Los datos de la FAO sobre el desperdicio de alimentos
Cabe destacar que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año se pierde alrededor del 14% de los alimentos del mundo antes incluso de que lleguen al mercado.
La pérdida de alimentos está valorada en 400 mil millones de dólares anuales. A esto habría que añadir el desperdicio alimentario, para el cual se realizarán nuevas estimaciones a principios de 2021.
La pérdida de alimentos se produce desde la explotación agrícola hasta la venta al por menor, excluida esta última, mientras que el desperdicio de alimentos tiene lugar en los ámbitos de la venta al por menor, los servicios alimentarios y los hogares.
Las causas pueden abarcar desde la manipulación deficiente, el transporte o almacenamiento inadecuados, la falta de capacidad de la cadena de frío y las condiciones atmosféricas extremas hasta las normas sobre cuestiones estéticas y una falta de planificación y habilidades culinarias entre los consumidores.