Debido a que la industria de la carne de vacuno de Estados Unidos es intensiva en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), hay potencial para reducir las contribuciones hasta un 30%, equivalentes a 20 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2e), concluyó un estudio.
La investigación conjunta del Instituto sobre el Medio Ambiente de la Universidad de Minnesota y The Nature Conservancy, sugiere medidas prácticas para reducir los GEI, principalmente en la actividad de pastoreo, alimentación y en el corral.
Entre las sugerencias para reducir las emisiones se incluyen:
- Mejorar cómo se gestionan los pastos
- Optimizar la alimentación del ganado
- Implementación de tecnologías que capturen el metano en las plantas de procesamiento
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron 42 prácticas de toda la cadena de suministro, desde la producción de cultivos y ganado hasta el procesamiento de la carne.
Mediante el método de evaluación del ciclo de vida midieron cuánto contaminan cada una y dónde se puede mejorar.
"Nuestra evaluación es altamente personalizada, lo que significa que hemos desarrollado recomendaciones distintas para diferentes partes del país", dijo Rylie Pelton, investigador de la Universidad de Minnesota y autor principal del estudio.
Puntualizó que las recomendaciones se centran en las formas en que la industria de la carne de vacuno puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar el secuestro de carbono en los suelos y las tierras de trabajo.
Aunque cada práctica varía según las regiones, la adopción a gran escala en toda la cadena de suministro de carne de vacuno es una gran aportación.
Hay compromiso, pero requieren ayudan
La investigación es relevante, ya que los productores de carne de vacuno de Estados Unidos se han comprometido a reducir las emisiones, pero necesitan ayuda para hacerlo.
Además, la cadena de suministro de esta industria es una de las más complejas del mundo, esto impide que los productores, procesadores, así como las empresas alimentarias y otros responsables de la toma de decisiones de este eslabón identifiquen dónde y cómo orientar de manera más efectiva los esfuerzos para reducir y mitigar las emisiones de GEI.
No obstante, los investigadores han encontrado medidas que la industria puede implementar de inmediato para empezar a reducir las emisiones de GEI.
Para ello, tomaron en cuenta las características geográficas y las posibilidades de mitigación.
Por ejemplo, sugieren incorporar árboles en los pastos del sureste de Estados Unidos para aumentar el almacenamiento de carbono. En el norte de las Grandes Llanuras, consideraron que al restaurar los humedales degradados se pueden lograr beneficios similares.
“Esta investigación ayuda a la industria y a otros tomadores de decisiones a identificar medidas prácticas para alcanzar los objetivos climáticos y ofrecer un producto que cumpla con las expectativas de los consumidores", dijo Kris Johnson, coautor y director del programa de agricultura de América del Norte de The Nature Conservancy.
Estados Unidos es un gran mercado exportador
Estados Unidos es el mayor productor de carne de vacuno del mundo y el cuarto mayor exportador, procesando alrededor de 33 millones de cabezas de ganado, suficientes para producir más de 12.3 millones de toneladas cada año.
Dada las características y el tamaño de esta industria, actualmente genera 257.5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (Mt CO2e), lo que supone un 3.3 por ciento de las emisiones de GEI totales a escala nacional.
De estas emisiones, el 15 por ciento proviene de la producción de piensos, el 64 por ciento del pastoreo, el 19 por ciento del confinamiento y el 3 por ciento del procesamiento.
En las plantas de procesamiento, la carne de vacuno alimentada genera un promedio de 32.6 kilogramos (kg) de CO2e por cada kg de carne deshuesada.
Por otro lado, la carne de vacuno deshuesada produce aproximadamente 30 kg de CO2e por kg. En el caso de las vacas lecheras sacrificadas, la emisión es de 14.5 kg de CO2e por kg de carne deshuesada, debido en gran parte a su conexión con los productos lácteos.
Así que para reducir hasta en un 31 por ciento las emisiones de GEI de referencia se podrían implementar prácticas alternativas en cierta medida a través:
- 8% en las etapas de producción de piensos
- 19% en la actividad de pastoreo
- 3% en el proceso de confinamiento
- 1% en el trabajo de procesamiento
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