Un sistema alimentario abarca una amplia gama de actores como: agricultores, comerciantes, procesadores, mayoristas, distribuidores, minoristas y consumidores, y de procesos que llevan los alimentos desde el campo hasta los mercados y las mesas.
El sistema alimentario que funciona de forma correcta puede garantizar que haya alimentos nutritivos disponibles, accesibles y asequibles que permitan disfrutar de una dieta saludable.
Actualmente, se necesitan alimentos para alimentar a la población mundial; es tan simple como eso. Pero la comida también hace mucho más. Da placer y une a la gente. Permite a las personas conectarse a través de una pasión compartida.
En el webinar "Eat for Good: Descubriendo las oportunidades para un futuro de alimentos sabrosos y sostenibles con jóvenes líderes en alimentos", organizado por Unilever, destacó que la alimentación es una parte importante de todas las culturas, pero difiere de un país a otro, de una región a otra.
Transformar el sistema alimentario
La forma en que el mundo produce y consume alimentos hoy en día es insostenible. A mediados de este siglo, se necesitará alimentar a 10 mil millones de personas con recursos ambientales limitados. La desnutrición ya es inaceptablemente alta y los avances para abordarla son demasiado lentos. Al mismo tiempo, más de mil millones de personas son obesas. Claramente, el sistema alimentario debe cambiar.
En la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, el foco debe estar en:
- Permitir una mayor equidad global en el acceso a alimentos nutricionales,
- Maximizando el valor nutricional de los productos y, al mismo tiempo,
- Minimizando el impacto en el clima y el medio ambiente.
Para lograrlo, es vital tener la coordinación y cooperación internacional: los países deben asumir la responsabilidad de toda la cadena de valor relacionada con su consumo de alimentos para mejorar la calidad, desarrollar resiliencia y reducir impacto ambiental, con los países desarrollados apoyando el crecimiento agrícola sostenible en los países en desarrollo.
Reducir el desperdicio de alimentos
Además de cambiar la forma de comer, reequilibrar el sistema alimentario mundial demanda una reducción del desperdicio y pérdida de alimentos. Actualmente, un tercio de los alimentos producidos a nivel global se tira a la basura y entre el 40 y el 45% de ese desperdicio proviene de nuestros propios hogares.
Las consecuencias económicas y ambientales del desperdicio son gigantescas, la pérdida y el desperdicio de alimentos tienen un impacto masivo en términos de costos a la economía global, el medio ambiente y la sociedad.
Es sabido que la pérdida y desperdicio de alimentos contribuyen con cerca del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, así como a malgastar la tierra y el agua que se usa en la producción de éstos.
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Crear una alimentación adecuada para el futuro
Más de 500 expertos de Unilever están trabajando para crear una nueva generación de alimentos nutritivos que se adecuen al futuro. Aquí es donde la start-up de biotecnología, Algenuity, está colaborando con el equipo de Investigación y Desarrollo, para explorar formas de lanzar al mercado alimentos a base de microalgas.
Colaboraciones como ésta son cruciales para lograr nuestros ambiciosos objetivos, y ésa es la razón por la que también se está llamando a productores, ONGs, universidades y comunidades para que trabajen a fin de crear el cambio sustentable que el sistema alimentario mundial necesita urgentemente.
La estrategia “Alimentos del Futuro” no solo marca la transformación de los negocios de alimentos, es un compromiso para ayudar a transformar el sistema alimentario mundial, solo entonces, cualquier persona, en dondequiera que se encuentre, tendrá acceso a una alimentación nutritiva y asequible que sea buena para el planeta.
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