La ganadería sostenible es aquella que no recurre a químicos ni hormonas en el tratamiento de los animales, que se preocupa por el nivel de emisiones y racionaliza el uso de los recursos naturales. Por ello, los productos procedentes de esta ganadería son más amables con la naturaleza.
Desde hace casi dos siglos, la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera provocaron:
- el calentamiento global
- la alteración del ciclo del agua
- intensificación de fenómenos climáticos extremos
- daños económicos
En las últimos cinco décadas, la actividad humana conduce al calentamiento global y al cambio climático; efecto que resulta en un impacto negativo en las condiciones de vida de poblaciones vulnerables.
El ganado contribuye en sistemas agropecuarios radica en su capacidad para transformar fibras ligno-celulósicas, difícilmente digeribles por otras especies, en tejidos animales a través de sus estómagos múltiples. De tal forma que producen alimentos de alta calidad como carne y leche, los cuales generan metano, un potente gas de efecto invernadero.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), debido a que el metano es un gas de vida corta, la reducción de las emisiones de metano entérico puede contribuir a mitigar el cambio climático.
Tres formas para reducir las emisiones de la producción ganadera
1. Mejoras de productividad
- Alimentación y nutrición: la calidad del alimento para el ganado puede mejorar con el manejo adecuado de pastizales, el uso de especies mejoradas de pasto, mezcla de gramíneas y leguminosas, así como procesamiento del alimento.
- Salud y cría de animales: mejorar la eficiencia reproductiva y extender la vida reproductiva del ganado ayuda a reducir la incidencia y el impacto de enfermedades, parásitos e insectos disminuyen las pérdidas y la cantidad de animales improductivos.
- Recursos genéticos animales y crianza selectiva: Los programas de mejoramiento genético bien planificados y la crianza selectiva garantiza el abasto de animales adaptados para cada entorno, lo que contribuye a una producción ganadera más sostenible.
2. Captura de carbono a través de un manejo mejorado de los pastos
Restaurar la calidad de los pastizales y aumentar el carbono implica ajustar la presión de pastoreo mediante tecnologías como:
- cercas eléctricas solares
- fertilización y manejo de nutrientes
- introducción de especies como leguminosas
- movilidad mejorada de animales en sistemas pastoriles y agropastoriles
- integración de árboles y pastos mediante el silvopastoreo
3. Una mejor integración ganadera en la bio-economía circular
La ganadería no solo aprovecha subproductos no aptos para consumo humano, también aumenta la productividad agrícola mediante el uso de estiércol como fertilizante.
De tal forma que supera a los fertilizantes sintéticos en aportes de nitrógeno. Además, integrar la ganadería en la bioeconomía circular implica reciclar desechos animales y mejorar la eficiencia en el uso de recursos naturales, promoviendo la resiliencia agrícola frente al cambio climático.
Finalmente, la combinación de enfoques adaptativos a través de la mejora de la productividad animal, alimentación adecuada, gestión de la salud, restauración de pastizales e incorporación de la ganadería en la economía circular, brinda una respuesta integral a los desafíos alimentarios y medioambientales actuales.
Fuente: Consejo Mexicano de la Carne (COMERCARNE). Consultado el 31 de mayo de 2024: Ganadería sostenible: estrategias para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático
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