La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR, por sus siglas en inglés) es una amenaza para el manejo sostenible de los recursos marinos y pone en riesgo los ecosistemas, el sustento de pescadores, a sus comunidades y la seguridad alimentaria, por lo que diversos jugadores unen fuerzas para erradicar esta actividad.
El 5 de junio de 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución propuesta por la FAO sobre pesca sostenible. Con este acuerdo entraba en vigor el primer tratado internacional destinado a poner fin a la pesca ilegal y así se establecía esta fecha para conmemorar el Día Internacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR).
Esta práctica ilegal representa aproximadamente el 20 por ciento de los peces que se capturan anualmente y causa pérdidas hasta de 23 mil millones de dólares al año, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La actividad ilegal también implica que no existan registros para operar, situación que propicia la pesca en zonas prohibidas o en temporada de veda y que repercute de manera negativa sobre la economía, la seguridad alimentaria y la protección adecuada del medio ambiente.
Como parte de los esfuerzos para erradicar la pesca INDNR, la Asamblea General de las ONU aprobó una resolución propuesta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) sobre pesca sostenible, en junio de 2016.
Con este acuerdo, entró en vigor el primer tratado internacional destinado a poner fin a la pesca ilegal, que de acuerdo con la FAO, es responsable de la pérdida de 11 a 26 millones de toneladas anuales de pescado, lo que equivale a una fuga de entre 10 y 23 mil millones de dólares.
En México, diversas dependencias como la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), la Secretaria de Marina-Armada de México (SEMAR) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), ejecutan acciones de inspección y vigilancia desde la extracción de las especies, procesamiento y transporte, hasta su comercialización.
A la par de los esfuerzos de las empresas pesqueras y los reguladores, los consumidores juegan un papel importante para la erradicación de la pesca ilegal, por lo que deben asegurarse de adquirir productos fabricados mediante un proceso sostenible.
La actividad pesquera es una de las más importantes labores en el mundo y en México más de 160 mil personas son directamente beneficiadas con esta actividad, que generar empleos e ingresos económicos además de servir como fuente de alimento nutritivo.
México ocupa el segundo lugar en el continente americano en extensión de litoral con 11 mil 122 kilómetros, por debajo de Canadá, que tiene 202 mil 080 kilómetros. En las aguas mexicanas se capturan alrededor de 2 millones de toneladas de peces, entre los que destacan la sardina, camarón, mojarra y atún, lo cual ubica al país en la posición 17 de producción pesquera en el mundo.
La pesca en el mundo
El apetito mundial por el pescado y los productos pesqueros no muestra signos de desaceleración. El sector pesquero se expandió de manera significativa en las últimas décadas y la producción y consumo de estos productos alcanzaron cifra record en 2018, de acuerdo con la FAO.
En el estudio “El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2020”, la oficina de la ONU informa que la producción global de pescado fue de 179 millones de toneladas en 2018, mientras que la producción total de la pesca de captura alcanzó el nivel récord con 96.4 millones de toneladas, un aumento del 5.4 por ciento respecto al promedio de los tres años anteriores.
El aumento en 2018 fue impulsado por la pesca de captura marina, con una producción de áreas marinas que aumentó a 84.4 millones de toneladas en 2018, en comparación con 81.2 millones en 2017.
Sin embargo, desde principios de la década de 1990, la mayor parte del crecimiento de la producción del sector proviene de la acuicultura, mientras que la producción pesquera de captura ha sido relativamente estable.
En números
• La producción mundial de pesca de captura aumentó 14 por ciento de 1990 a 2018
• La producción acuícola mundial creció 527 por ciento de 1990 a 2018
• El consumo total de pescado para alimentos se incrementó 122 por ciento de 1990 a 2018