La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Alianza Mundial para la Mejora de la Nutrición (GAIN) y la Alianza para un Mundo más Saludable de la Universidad Johns Hopkins presentaron una nueva herramienta en línea fácil de usar y diseñada para ayudar a los responsables de la toma de decisiones a entender sus sistemas alimentarios, identificar sus mecanismos de cambio y decidir cómo manejarlos.
El panel de datos de los sistemas alimentarios (Food Systems Dashboard), como se nombró a dicha herramienta, es un recurso integral dirigido a los encargados de formular políticas, organizaciones no gubernamentales, empresas, líderes de la sociedad civil que les
permite visualizar de forma rápida los
sistemas alimentarios nacionales.
El panel alberga los
sistemas alimentarios de más de
230 países, la recopilación de datos sobre más de
170 indicadores de
35 fuentes, permitirá a las partes interesadas comparar sus sistemas alimentarios con los de otros países, y proporcionará orientación sobre posibles medidas prioritarias para mejorar el impacto de los sistemas alimentarios en la dieta y la nutrición.
Un ejemplo de cómo podría usarse la herramienta es cuando un responsable de formulación de políticas en el Ministerio de Salud puede examinar los datos a nivel de país sobre la ingesta que hace la población de frutas, verduras y cereales integrales, así como los resultados en materia de nutrición y salud -como la hipertensión arterial-, que pueden indicar una correlación entre una menor ingesta de estos alimentos nutritivos y una mayor prevalencia de la hipertensión.
Estos datos pueden compararse entre los países por región, tipo de sistema alimentario o clasificación de los ingresos para fundamentar las políticas de salud pública destinadas a promover un mayor consumo de estos alimentos.
También se podrá examinar las precipitaciones anuales medias a largo plazo en su país y la forma en que éstas van variando con el paso del tiempo debido al cambio climático. Esto, junto con los datos sobre el porcentaje de tierras cultivadas que cuentan con sistemas de irrigación, puede ayudar a tomar decisiones como la mejor manera de utilizar sus recursos hídricos agrícolas para aumentar el rendimiento de los cultivos clave.