El maíz tiene un lugar importante en la alimentación, cultura y economía de México. Con más de 27 millones de toneladas el país se coloca como el octavo productor mundial.
En el contexto rural, el maíz es importante por su diversidad en formas y usos, así como importancia histórica y cultural.
Por sus especiales rutas metabólicas es una verdadera fábrica de productos industriales, por lo que, sobre todo, en países considerados desarrollados adquiere un sentido más utilitario.
En ese sentido, el Gobierno de México, promueve la conservación y el uso de la biodiversidad de las variedades nativas de maíz en favor de la seguridad alimentaria de las comunidades rurales del país.
Maíz nativo
De acuerdo con la Secretaria de Agricultura, el maíz nativo es parte del patrimonio biocultural que México. Además, es el sustento de miles de familias en las comunidades rurales, pues sus usos para la alimentación son muy específicos.
En la cocina tradicional mexicana los platillos que de ella se desprenden contemplan los maíces nativos y cada uno es insustituible.
Además, en las pequeñas unidades de producción, resalta la posibilidad de hacer un mejor manejo del riesgo agrícola. Lo que proporciona mayores garantías en la producción alimentos en cantidad suficiente para el medio rural y para México.
Actualmente, hay más de 300 variedades derivadas de 64 razas de maíces nativos que crecen en territorio mexicano. Ahora surgen distintos esfuerzos para que ese legado, considerado patrimonio alimentario nacional, permanezca.
Ley para el fomento y protección
La ley federal para el fomento y protección del maíz nativo se publicó en el Diario Oficial de la Federación. Su propósito es declarar a la protección del maíz nativo y en diversificación constante en todo lo relativo a su producción, comercialización y consumo.
Lo anterior como una obligación del Estado para garantizar el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.
De acuerdo con esta ley, el Estado deberá garantizar y fomentar, a través de todas las autoridades competentes, que toda la población tenga acceso efectivo al consumo informado de maíz nativo y en Diversificación Constante. Así como de sus productos derivados, en condiciones libres de OGM's.
En el decreto se establece la creación del Consejo Nacional del Maíz Nativo (CONAM). El cual fungirá como un órgano de consulta del Poder Ejecutivo Federal cuyo fin es brindar su opinión en materia de protección al maíz nativo y en diversificación constante.
Dentro de sus facultades se encuentra opinar en el diseño, planeación, programación y definición de políticas públicas sobre fomento y protección al maíz.
Además de impulsar la investigación y difusión del conocimiento de los maíces nativos en todo lo relativo a su producción y consumo; entre otras.
Decreto establece acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado
El pasado mes de febrero, en el Diario Oficial de la Federación se publicó el Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado.
México es centro de origen de más de 55 razas de maíz. La política de seguridad alimentaria del gobierno de México consiste en preservar este patrimonio biocultural. Asimismo, se promueve la preservación de las prácticas agroecológicas de nuestras comunidades campesinas, la milpa y la riqueza gastronómica.
El objetivo de este nuevo decreto es precisar el objetivo y alcance de las políticas públicas, así como eliminar cualquier posible imprecisión del texto predecesor, el cual se prestó a interpretaciones diversas.
Con esta nueva versión se brinda claridad en sus objetivos y certeza regulatoria con base en evidencia técnico-científica.
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Prohibición del uso de maíz genéticamente modificado
El mencionado decreto se acota estrictamente al maíz. La canola, la soya, el algodón y el resto de las materias primas no quedan sujetas a esta regulación.
Para evitar confusiones, el maíz según se categoriza según su uso: alimentación humana (masa y tortilla), forraje e industrializado para alimentación humana.
El decreto prohíbe el uso de este cultivo genéticamente modificado para la masa y la tortilla. Lo anterior, no representa afectación alguna al comercio ni a las importaciones, entre otras razones, porque México es autosuficiente en la producción de maíz blanco libre de transgénicos.
En cuanto al uso del cultivo genéticamente modificado para el forraje y la industria, se elimina la fecha límite para prohibir su uso, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto.
Finalmente, la normativa enfatiza que México debería ser el último país en admitir la siembra de maíz transgénico en el mundo. Pues se corre el riesgo de perder para siempre la diversidad del cereal que ha marcado la cultura milenaria del país.