El día mundial de la abeja representa una oportunidad para reconocer el papel de la apicultura, las abejas y los polinizadores en el aumento de la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición, la lucha contra el hambre y la prestación de servicios ecosistémicos clave para la agricultura.
La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Cerca del 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse, el 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35% de las tierras agrícolas mundiales.
Las abejas y otros polinizadores hacen contribuciones importantes a la agricultura, por ejemplo, estos polinizadores impactan el 35 % de la tierra agrícola mundial y de esta manera apoyan la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios a nivel mundial.
Además, los cultivos dependientes de la polinización son cinco veces más valiosos que los que no necesitan este proceso. Varios de los cultivos producidos con polinización como el cacao y el café, proporcionan ingresos a los agricultores, en particular pequeños agricultores y granjas familiares, especialmente en países en desarrollo.
Las abejas y la seguridad alimentaria
Te compartimos algunas contribuciones de las abejas con la seguridad alimentaria:
- Proporcionan alimentos ricos en micronutrientes. No todos los cultivos alimentarios necesitan ser polinizados; por ejemplo, el arroz, el trigo y las papas sobrevivirían si los polinizadores no lo hicieran. Sin embargo, muchos de los alimentos nutritivos y ricos en micronutrientes, como las frutas, algunas hortalizas, semillas, frutos secos y aceites, desaparecerían si no hubiera polinizadores.
- Dan miel. Este producto es un edulcorante natural que tiene propiedades antibacterianas y antisépticas. De las más de 20 mil especies de abejas solamente 7 producen miel. Las abejas melíferas occidentales producen 1.6 millones de toneladas de miel cada año.
- Mejoran el sabor de los alimentos. Las plantas polinizadas adecuadamente producen frutas y hortalizas más grandes, uniformes y de buen sabor. Las plantas evalúan cuánto esfuerzo necesitan para producir una fruta o una hortaliza. Si una planta no se ha polinizado adecuadamente, no invertirá necesariamente sus recursos de manera uniforme, produciendo en consecuencia frutas y hortalizas deformes o blandas.
- Aumentan la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. Las abejas y otros insectos polinizadores están mejorando la producción de alimentos de dos millones de pequeños agricultores en todo el mundo, ayudando a garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial. La obtención de miel de colonias de abejas silvestres continúa siendo también un componente importante de los medios de vida de las poblaciones que dependen de los bosques en muchos países en desarrollo.
- Mantienen la biodiversidad. La polinización es uno de los procesos más importantes de la naturaleza que contribuyen a la biodiversidad. Ayuda a producir una gran variedad de plantas, muchas de las cuales también son cultivos alimentarios. Se estima que el 90 % de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse.
Compromiso con las abejas
La reciente pandemia de la nueva enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha tenido repercusiones innegables en el sector apícola, ya que ha afectado a la producción, al mercado y, en consecuencia, a los medios de vida de los apicultores.
El tema del día mundial de la abeja de este año es "Compromiso con las abejas", el cual se enfoca en la producción apícola y las buenas prácticas adoptadas por los apicultores de todo el mundo para apoyar sus medios de vida y ofrecer productos de alta calidad.
Además se estudiará la función de la apicultura en el apoyo a las comunidades rurales y en la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional en esta difícil situación.
Fuente: FAO