El silaje de maíz es un método de conservación de forraje húmedo que se realiza por la presencia de ácido láctico, producido por bacterias específicas mediante un proceso de fermentación anaeróbica (sin oxígeno).
El objetivo del silaje es fijar el almidón a través del 38% de materia seca, por lo cual, si se pica antes, no se podrá aprovechar todo el potencial que puede rendir un lote de maíz.
Esta técnica se utiliza ampliamente por las siguientes razones:
- Altos rendimientos de materia seca (MS) por hectárea de un alimento con buen valor energético
- Alta palatabilidad
- No requiere preoreo (porque posee buenas características para ser ensilado a través del corte directo)
- Rápida cosecha
- Bajos costos de almacenamiento.
Para confeccionar el silaje inteligente destaca la evolución que han presentado las máquinas picadoras durante los últimos años. El punto que marcó dicha evolución fueron los crackers (quebradores de granos), que con el correr del tiempo mejoraron notablemente.
Para llegar a este punto, se buscaron crackers mucho más agresivos, con mayor número de dientes, más diámetro e incorporando equipos de nueva generación que permiten trabajar a niveles más elevado de materia seca y con el grano de maíz totalmente duro.
En buena temporada, el maíz puede rendir 120 quintales/hectárea por ello se tiene que aprovechar la energía que brinda el grano, porque de lo contrario los costos aumentan al sustituir la falta de energía con otros granos.
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Tecnología en silaje
El nivel de tecnología que se utiliza para confeccionar un silo es similar al utilizado en otros países del mundo. En ese sentido, los especialistas señalan que es momento de poner atención en la calidad para incrementar la eficiencia y ajustar el costo directo de mayor impacto como es la alimentación.
El shredlage es una técnica de ensilado de maíz de planta entera donde el cultivo es cosechado con una picadora autopropulsada a la cual se le adapta un nuevo procesador de granos con la superficie de los rolos quebradores cuadriculada y presenta una separación de entre 2 a 3 milímetros entre ambos rolos quebradores.
Con esta tecnología se consigue un aumento de la digestibilidad de la materia seca procesada, de tal forma que se obtiene una dieta de base de ensilado de maíz con mayor contenido de fibra larga, sin comprometer en ningún momento la calidad del grano ni la energía suministrada por el producto.
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