El Covid-19 y su impacto internacional en el mercado de alimentos

Mientras el mundo enfrenta una crisis de salud pública sin precedentes a consecuencia de la pandemia por Covid-19, esta característica especial lleva al análisis del impacto internacional actual y probable de la pandemia, el “Gran Cierre”, con un enfoque en el mercado de alimentos.

El mercado no está aislado de los cambios en la economía en general, por lo tanto, se hace hincapié en cómo los choques económicos más amplios se han transmitido y pueden transmitirse al mercado de alimentos, a pesar de los efectos directos de transmisión del nuevo virus al sector agrícola.

Lo que podemos esperar con el nuevo coronavirus propagándose rápidamente, es que los impactos de la pandemia de en el mercados de alimentos y el mercado agrícola globales son cada vez más evidentes.

Los contornos de estos impactos están moldeados por cambios en los entornos macroeconómicos, los mercados de energía y crédito y, lo que es más importante, los precios de los insumos y los precios en los mercados de factores agrícolas.

Precios en el mercado de alimentos

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura  (FAO) publicó las Perspectivas alimentarias, donde presenta la revisión del período de referencia para el cálculo del índice y la ampliación de su cobertura de precios, puesta en práctica a partir de julio de 2020.

El mercado de alimentos a nivel global enfrentará muchos meses más de incertidumbre relacionada con la pandemia, sin embargo, si bien está preparados para una importante recesión económica mundial, es probable que el sector agroalimentario muestre más resistencia a la crisis que otros sectores.

Los alimentos que ya muestran un impacto en su precio son:

• Trigo. Se pronostica que la producción mundial de trigo en 2020 caerá ligeramente por debajo del nivel de 2019, mientras que el efecto moderador de la pandemia de Covid-19 en la demanda aún podría impulsar los inventarios mundiales. La perspectiva de una ganancia modesta en el comercio mundial 2020- 2021, en medio de una disponibilidad de exportación más ajustada, podría respaldar los precios internacionales del trigo.
• Arroz. Se espera que la producción mundial de arroz se recupere en 2020, impulsando la utilización del arroz y manteniendo los remanentes en su tercer nivel más alto registrado. Si bien las restricciones económicas y los precios firmes pueden frenar el crecimiento del comercio en 2020, se proyecta una expansión comercial más sólida para 2021.
• Carne. La producción total mundial de carne se contraerá en 2020, deprimida por enfermedades animales, interrupciones del mercado relacionadas con Covid-19 y los efectos persistentes de las sequías. Es probable que el comercio internacional de carne registre un crecimiento moderado, sostenido en gran medida por las elevadas importaciones de China.
• Azúcar. La producción mundial de azúcar en 2020 caerá por segundo año consecutivo por debajo del nivel estimado de consumo mundial. Se prevé que el comercio se expandirá moderadamente, sostenido por los bajos precios y la recuperación de existencias en algunos países importadores tradicionales.
• Cultivos oleaginosos. Las últimas previsiones de la FAO  para semillas oleaginosas y productos derivados apuntan a una situación de oferta y demanda cada vez más restrictiva, provocada por una marcada contracción de la producción. Los pronósticos provisionales para 2021 sugieren que la oferta podría seguir siendo escasa en relación con la demanda.
• Leche. La producción mundial de leche está mostrando resistencia, posiblemente creciendo ligeramente en 2020. Sin embargo, las exportaciones mundiales de productos lácteos se encaminan hacia una contracción, en medio de la tambaleante demanda de importaciones.
• Pesca. La pandemia de Covid-19 seguirá causando graves daños en los mercados de productos del mar, en particular para los productos frescos y las especies de restaurantes populares. Por el lado de la oferta, las flotas pesqueras están inactivas y el deterioro de las perspectivas ha hecho que los productores de acuicultura reduzcan drásticamente los objetivos de repoblación.