De todos los sectores, el agro es uno de los menos tecnificados y con pocas opciones en tecnología. Sin embargo, esta curva empieza a tomar una pendiente positiva, ya que hoy los agricultores se están apoyando del AgTech.
¿Qué sucede en Argentina? “Los costos de producción son elevados y los márgenes pequeños. Los cultivos que se utilizan son commodities, los cuales no tienen la misma rentabilidad que los high trucks que suele tener México”, explica en entrevista para The Food Tech, Rodrigo Tissera, Co-Founder and Head of Business Development de Kilimo AgTech.
“La competitividad de los mercados y la dificultad de hacer ese tipo de cultivos, además de las grandes inversiones que se hacen para conseguir los resultados obtenidos, ocasiona que el agricultor terminé posicionándose cada vez más en el uso de tecnología”, añade.
De acuerdo con Tissera, la tecnología está presente en casi todas las partes de la producción. Por ejemplo:
- Para la siembra de berries se está cultivando en macetas con unos sustratos de coco y turba, en lugar de hacerlo en el suelo. Se cubren con mallas o plásticos para protegerlos contra el clima o, bien, se están utilizando variedades resistentes en zonas donde las temperaturas son elevadas.
- Tecnología de riego tecnificado, es decir, riego por goteo directamente a la planta para después aplicar el fertilizante que el cultivo necesita.
- Tecnologías qué indican cuándo y cuánto regar cada una de las parcelas.
“Para este último caso, la tecnología que brinda Kilimo consiste básicamente en hacerle llegar al agricultor recomendaciones acerca de cuándo y cuánto debe regar sin tener que instalar ningún tipo de sensor en el terreno”, señala Tissera.
AgTech, la tecnología para un riego eficiente
Con el paso de los años, se ha hablado de la “Megasequía” en América Latina impulsada por el calentamiento global y las condiciones climáticas derivadas de catastróficos incendios forestales y la reducción de la capa de nieve.
Según estimaciones de la Naciones Unidas, la población mundial podría crecer un 20% para 2050, generando la necesidad de producir cultivos en mayor cantidad, pero con recursos naturales cada vez más escasos.
La agricultura, dice Tissera, es una de las industrias más importantes y costosas en todo Latinoamérica, la de mayor nivel de consumo de agua y la que presenta un gran desafío en un eficiente manejo de riego. Esta industria utiliza:
- 70% de toda el agua que se extrae de acuíferos, ríos y lagos, comparado con un 20 % por parte de la industria y un 10% utilizado para usos domésticos.
- Escasez, contaminación, conflictos por el agua, deterioro ambiental de cuencas y acuíferos, son los cinco retos que se enfrentan para garantizar el agua.
El también Ingeniero Agrónomo, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, indica que con el cambio climático los años no son iguales, más bien son distintos, suele llover más de la cuenta o suele llover menos, o hacer más calor en momentos en los cuales antes no hacía.
“Eso genera que el productor encuentre complicaciones, pues normalmente él ha venido haciendo el riego de cierta manera y cuando las condiciones cambian, es ahí donde no sabe cómo tomar las mejores decisiones”, explica.
Hoy existe una creciente concientización sobre implementar las prácticas agrícolas. El riego eficiente no sólo tiene resultados positivos ambientales y sociales, sino que también mejora la rentabilidad de los agricultores de todo el mundo.
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Herramienta integral para el monitoreo y gestión del riego
Las nuevas tecnologías tienen la capacidad de mejorar la recopilación de datos y la exploración de otras formas de mantener prácticas sostenibles, así como el ahorro de recursos para los productores.
En ese sentido, la startup Kilimo ha desarrollado una plataforma que:
- Funciona como un balance hídrico automático, que se alimenta de datos satelitales, climáticos y del suelo.
- Aplica Big Data en información climática y satelital para poder emitir recomendaciones de riego específicas.
Se trata de la primera herramienta certificada en Latinoamérica con huella hídrica que capacita y acompaña a los usuarios durante el proceso de riego. Un aspecto relevante en un contexto donde el ahorro de agua es de suma importancia en México y en Latinoamérica.
“Hay mucho por hacer. El AgTech es crucial para generar tecnologías para el agricultor y que éste pueda comprender y utilizar para que pueda resolver cualquier tipo de problema durante el proceso de cultivo”, apunta Rodrigo Tissera.
¿Qué retos enfrenta el AgTech?
Tissera los resume en los siguientes:
- Llegar a la mayor cantidad de agricultores posibles y que sepan que hay tecnologías de mercado que puede ayudarlos con diversas problemáticas.
- Entender que el agua tiene un valor y es un recurso escaso que no abunda y que cada vez esta situación será más compleja.
- Empezar a hacer prácticas más sustentables que permitan hacer un uso eficiente del recurso. No se trata sólo de transmitir al agricultor la importancia del agua, sino de acompañarlo en el proceso de cómo y cuánto regar.
- Generar conciencia en la importancia de las certificaciones. Hoy existen el certificado de estudio UDI y el certificado azul que gobiernos como Perú y Chile le otorgan a los agricultores o empresas que hagan un uso sustentable de sus recursos.
“Cada vez los mercados están exigiendo un grado de trazabilidad en los alimentos que se producen, y en esta línea las tecnologías se desarrollarán en beneficio de la agricultura Cuando se habla de trazabilidad se habla de hacer las cosas de manera más sustentable”, declara Tissera.
“El desafío está en usar menos fertilizantes y tomar las decisiones de manera concreta y sustentable para entonces tener una trazabilidad transparente y adecuada. Es una tendencia que va en aumento a nivel mundial. El foco estará también en los high trucks o cultivos de alto valor”, enfatiza el directivo de Kilimo.