El objetivo de la economía circular es preservar el valor de los productos, componentes y materiales durante el mayor tiempo posible dentro de la economía. Se orienta a la consecución de sistemas de producción y consumo más eficientes, gracias a ciclos continuos y regenerativos.
Según la Fundación Ellen Macarthur, una economía circular es un enfoque sistémico del desarrollo económico diseñado para beneficiar tanto a las empresas como a la sociedad y el medioambiente. A diferencia del modelo lineal de “usar y tirar”, su diseño se basa en desvincular el crecimiento del consumo de los recursos finitos.
Este concepto considera de vital importancia la viabilidad a todas las escalas, desde las grandes empresas a las Pymes y cada individuo en particular. Se basa en tres principios:
- Preservar y mejorar el capital natural, controlando los stocks y garantizando el equilibrio de los flujos de los recursos renovables
- Optimizar el rendimiento de los recursos, mediante la circulación de los productos, componentes y materiales en uso, a su máxima utilidad
- Fomentar la eficiencia del sistema mediante la revelación y descarte de las externalidades negativas.
Te puede interesar: Prácticas sustentables y economía circular, claves en el futuro del planeta
Ciclos de la economía circular
La economía circular se basa en dos ciclos metabólicos, que son capaces de procesar todo lo que nos rodea para que nada desaproveche. Estos dos sistemas son:
- Ciclo biológico. Es el más fácil de reconocer porque se basa en el funcionamiento de la tierra misma, y el técnico. Todo lo que pertenece al ciclo biológico, que se suele indicar en literatura con un color verde.
Tiene que ser compostable (abono para el suelo) y/o aprovechable para generar biogás (gas que se obtiene en la descomposición de residuos orgánicos). Todo nutriente aquí tiene que ser finalmente “comida” para la Tierra. Es el ciclo habitual para los recursos empleados en los sistemas de producción y consumo alimentario.
- Ciclo técnico o tecnológico. El sistema técnico o tecnológico, se suele encontrar en literatura en color azul. Aquí todo elemento sintético que no es compatible con la naturaleza se mantiene alejado de ella.
Se produce, usa y “desecha” en una realidad paralela al medio natural, no entra en contacto con ella, sino que todo se recicla sin perder calidad y está asociada a recursos como metales, plásticos, químicos peligrosos etc. viven y se “reencarnan” industrialmente una y otra vez. Hablamos de buena parte de los envases y embalajes alimentarios, fertilizantes de síntesis, etcétera.
Innovación: un elemento clave
La innovación cobra especial relevancia como elemento crucial de la economía circular, concepto que trata de impulsar un ciclo industrial centrado en la optimización de los procesos y los recursos utilizados en la producción. Éstos pueden ser tanto materiales como energéticos, así como en la minimización y la reutilización de los residuos resultantes.
El mismo concepto implica necesariamente cambio, y el cambio surge de la innovación. Un problema como la escasez de recursos o los procesos no sostenibles nos fuerza a buscar nuevas soluciones, y con ellas las oportunidades de negocio.
El modelo startup, tradicionalmente más flexible y horizontal, destaca a la hora de generar negocios circulares, pero también para abrazar desde un principio este nuevo paradigma. Las multinacionales, sobre todo aquellas con más recorrido, tienen más complicaciones para aplicar los cambios o para propiciarlos, pero también cuentan con los recursos necesarios.
En cualquier caso, ambos modelos tienen motivos más que de sobra para interesarse por la economía circular. Ejemplos de empresas que han logrado reducir su dependencia de los recursos naturales, de generar beneficios a partir de residuos y que a su vez han logrado resolver exitosamente retos ambientales hay muchos.
Startups y grandes compañías buscan y emplean nuevas tecnologías y nuevos modelos de negocio basados en principios de colaboración, renovación, reparación, reutilización, desmaterialización, longevidad y vida útil. Todo ello, muy lejos de la actual economía lineal.
Te puede interesar: Prácticas sustentables y economía circular, claves en el futuro del planeta