La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte que la perdida y desperdicio de alimentos se da a lo largo de toda la cadena de valor alimentaria: desde la producción, pasando por la manipulación, el transporte, el almacenamiento y la distribución, hasta llegar al consumo.
Los hábitos domésticos son responsables de casi 570 millones de toneladas de alimentos desperdiciados cada año en todo el mundo, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Y esta tendencia, puede ir en aumento. A medida que crece la población mundial, también lo hace la demanda de alimentos. Así, la producción agrícola aumentó en todo el mundo casi un 300% en los últimos 50 años.
Para ayudar a mitigar este problema, surge Cheaf, una aplicación móvil para eliminar el desperdicio de comida en restaurantes y comercios locales.
“Cheaf nace de una observación sencilla, de un lado hay 20 millones de toneladas de comida en buen estado que se van a la basura cada año. Y del otro cerca del 50% de la población mexicana vive en situación de pobreza y podría usar parte de una totalidad de estos recursos, de esta comida que se va a
desperdiciar”, declara en entrevista Kim Durand, CEO de Cheaf.
Proyecto ganador
La más reciente premiación de los Premios Goula reconoció a Cheaf como Foodtech: Mejor tecnología alimentaria consciente. Por el Impulso en la reducción del desperdicio de alimentos a través de la compra de excedentes de negocios a precios accesibles para el consumidor.
“Somos un marketplace que pone en contacto a usuarios finales y restaurantes, panaderías, supermercados, cadenas de comidas o cualquier distribuidor de comida. Nosotros tratamos de recuperar toda esta comida que se va a desperdiciar a nivel distribución”, indica.
Durand indica que iniciaron el proyecto con la parte de panadería y pastelería porque es un hit claro para este tipo de productos. Pues, producen panes y pasteles en la mañana y tienen en general de 2 a 3 días de vida en vitrina. Lo que no significa que el día tres, cuatro o cinco no se puede comer.
“Se puede comer perfectamente bien, pero en general, por temas de políticas internas y por las exigencias que tienen los consumidores deciden botar esa comida a la basura y nosotros ese día tres o día cuatro estamos aquí para darle un descuento fuerte a esta comida y venderla a personas de más bajos recursos”, explica.
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Retos frente al desperdicio de alimentos
De acuerdo con el CEO de la compañía, el tema de desperdicio de alimentos no lo están priorizando las empresas para resolver esa problemática, por ello se les invita a participar en el proyecto y podrían tener un impacto y además recuperar costos, es algo que les interesa sistemáticamente.
“Es algo que no priorizan necesariamente, mientras esto ya nos lleva a tener procesos de negociación muy tardados porque necesitamos cambiar un poco este chip y hacer que este problema de desperdicio de alimentos llegue en la parte de la lista de prioridades. Esto es el reto principal que tenemos”, asegura Durand.
Además, para enfrentar estos retos, la compañía tiene que surfear la ola de sostenibilidad que está llegando a través de los objetivos 2030 de la ONU. Hay un compromiso entre México, Estados Unidos y Canadá de reducir el desperdicio alimentos hasta 2030.
Acciones para el futuro
La compañía tiene como objetivo en el largo plazo convertirse en la app de rescate de cualquier desperdicio que genere un impacto ambiental en Latinoamérica.
“Y esto no se limita solo al desperdicio de alimentos, que definitivamente es nuestro core de negocio que queremos resolver en un inicio. Pero también cualquier tipo de desperdicio como electrónicos o ropa, etcétera que esté generando un impacto ambiental fuerte”, señala.
Además, estiman que dentro de los próximos cinco años se expandirán a más mercados en Latinoamérica. Por lo que esperan tener un impacto fuerte en toda la parte de desperdicio de alimentos y también pretender extenderse a más verticales con un impacto ambiental.
“Nos gustaría ver un cambio, que las cadenas de supermercados conozcan el impacto positivo que pueden tener por medio de nosotros. Y esto genera un efecto que puede acelerar aún más la concientización sobre el tema", finaliza Kim Durand.