En el Webinar "Desperdicio de alimentos & reducción de emisiones", organizado por la empresa de tecnología climática CoreZero, se destacó que México se encuentra entre los 20 países con mayor desperdicio de alimentos.
Asimismo, en la presentación se dijo que "se estima que el 35% de los alimentos preparados del país terminan como desechos, lo que se traduce en alrededor de 12 millones de toneladas, además de pérdidas económicas cercanas a los 500 mil millones de pesos y medioambientales".
La falta de conciencia sobre el valor de los alimentos y la gestión ineficiente en la cadena de suministro contribuyen a que el desperdicio de alimentos tenga implicaciones económicas, sino también ambientales y sociales.
El desperdicio de alimentos no solo representa una pérdida de recursos, sino que también agrava el problema de la inseguridad alimentaria en el país. Especialmente para aquellos que luchan por satisfacer sus necesidades básicas. Por esa razón, es urgente y promover prácticas de consumo más sostenibles en México.
Impacto del desperdicio de alimentos
Las pérdidas y el desperdicio de alimentos tiene un volumen cercano a los 330 millones de toneladas por año, unos 42 mil kilos de alimento por minuto que se desecha a lo largo de toda la cadena de valor, al mismo tiempo que 29 millones de personas viven en condición de calle.
Este problema se agravó a raíz de la pandemia, pero con la actual situación de la crisis económica y la inflación ha empeorado. Por lo cual, la población debe absorber la responsabilidad por el simple hecho de ser consumidores y promover prácticas de desperdicio de alimentos.
En países de bajos ingresos, la pérdida comienza en la parte inicial de la cadena de valor. Por lo que urge mejorar la infraestructura y hacer algunos ajustes al sistema alimentario actual. La parte de desperdicio se da en los supermercados, hoteles y en los hogares.
Acciones para el rescate de alimentos
CoreZero cuantifica y monetiza el beneficio ambiental de iniciativas que reducen o evitan el desperdicio de alimentos; a través de:
- rescate
- reciclaje (upcycling)
- composta o conversión de residuos a energía (waste to energy)
Estas iniciativas ayudan en gran medida a combatir la crisis climática, ya que cada alimento rescatado evita emisiones de metano, un gas con 80 veces más el poder de calentamiento que el Co2.
También la compañía cuantifica las toneladas de alimento rescatadas y las traduce en unidades de reducción de carbono, para luego generar créditos de carbono. Un crédito o bono de carbono es una unidad que representa una tonelada de CO2 equivalente absorbida o evitada en la atmósfera.
El modelo de la empresa resulta innovador, por generar créditos de carbono a partir de la minimización, prevención y revalorización del residuo de alimentos. Pues por medio de la cuantificación y monetización, genera recursos monetarios para las iniciativas, que les permiten expandir sus operaciones, rescatar más alimento y prevenir más contaminación.
Cabe señalar que los proyectos de rescate de alimentos y minimización de residuos no solo representan beneficios para el medio ambiente, también ayudan a las comunidades al acceso a alimentos, combatiendo la inseguridad alimentaria.
Además, se considera que contribuyen a distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, como la erradicación de la pobreza, el hambre cero, la salud y el bienestar, así como al agua limpia y el saneamiento.
De igual forma, con el objetivo de frenar y cambiar la tendencia de la velocidad del incremento en la temperatura global, CoreZero a través de un modelo innovador, potencia proyectos que minimizan el desperdicio de alimentos, cuantificando su beneficio ambiental y monetizándolo a través del acceso a los mercados de carbono y la serialización de créditos de carbono, principalmente en la región de América Latina, con dos grandes ejemplos de ello: México y Perú.
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