La gestión de la seguridad alimentaria se basa en el diseño, implementación y mantenimiento de un plan de seguridad que aplique los principios de la metodología denominada APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico), propuesto en el Codex Alimentarius.
Esta metodología es un proceso sistemático y preventivo que busca garantizar la inocuidad alimentaria de forma lógica y objetiva, identificando, evaluando y controlando los riesgos de contaminación física, química o biológica en todos los procesos de la cadena productiva.
La comunidad científica confirmó la eficacia de este método para garantizar la calidad de los alimentos en los lugares de producción. No obstante, las autoridades encargadas de supervisar la salubridad y el bienestar alimentario siguen encontrando casos que no cumplen con los requisitos.
Te puede interesar: ¿Cómo prepararnos para una auditoría de seguridad alimentaria?
El proyecto que fomenta la seguridad alimentaria
El proyecto GLOBALSAFEFOOD, liderado por AINIA, tiene como objetivo desarrollar un data-lake, un sistema de almacenamiento que guarda una gran cantidad de datos en bruto, que permitirá integrar y relacionar todas las fuentes de información internas y externas de la empresa de producción agroalimentaria.
Este proyecto tiene como finalidad desarrollar nuevas herramientas digitales para controlar y gestionar el riesgo de seguridad alimentaria y la vulnerabilidad ante el fraude alimentario. Para ello, se creará una biblioteca de datos con Inteligencia Artificial que combinará datos propios de la empresa (como análisis de laboratorio o sensores de proceso) con datos externos (como alertas o publicaciones sobre fraude).
El proyecto financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y los fondos FEDER, cuya duración es de 12 meses. Su objetivo es brindar a las empresas alimentarias nuevos conocimientos sobre cómo combinar información interna y externa para detectar tendencias en riesgos y vulnerabilidades. De esta forma, se busca automatizar un proceso que genere conocimiento útil para la toma de decisiones y la prevención.
Los objetivos del proyecto GLOBALSAFEFOOD
Uno de los principales propósitos de este proyecto es crear nuevas herramientas digitales para controlar y gestionar el riesgo de seguridad alimentaria y la vulnerabilidad al fraude alimentario. Para lograr esto, se desarrollará una biblioteca de datos basada en la inteligencia, que integrará tanto información externa, como alertas y publicaciones de fraude, como datos internos, como análisis de laboratorio y sensores de control de proceso.
Según Juan Pablo Lázaro, de la Unidad de Transformación Digital de AINIA, estas aplicaciones digitales se utilizarán en diversos ámbitos, como la información de laboratorio, el análisis de riesgos y los puntos críticos de control. También se emplearán en la evaluación del riesgo de seguridad alimentaria, la evaluación del riesgo de fraude en diferentes categorías de productos y en los riesgos emergentes.
La seguridad alimentaria también es responsabilidad de otras entidades que intervienen de forma directa o indirecta en la producción y el consumo de alimentos. Entre ellas se encuentran los laboratorios, los creadores de productos e ingredientes, los preservantes, las compañías de envases y materiales, y otras sustancias que forman parte de los materiales y productos vinculados a la alimentación.
Los métodos actuales de gestión de la seguridad alimentaria, en la mayor parte de las empresas industriales productoras de alimentos y bebidas, están basados en diseñar, implementar y mantener un plan de seguridad alimentaria de acuerdo los principios de la metodología APPCC”, concluyó el especialista de AINIA.
Te puede interesar: Estas son las principales fallas en cuanto a seguridad alimentaria por parte de la FDA