El pastoreo, una forma tradicional y extensiva de criar ganado, da empleo a más de 200 millones de personas en 100 países. Los pastores guían y dan de comer a sus animales a través de diversos territorios como praderas, sabanas o tundras.
Al valerse de distintas especies de razas locales que se adaptan a entornos variables, el pastoreo es fundamental para reducir la pobreza y ofrecer seguridad alimentaria en estas zonas. Al trabajar con la naturaleza, defiende la productividad, la sostenibilidad y el bienestar de los animales.
Estas son algunas de las razones por las que el pastoreo desempeña una función fundamental para un futuro mejor:
- Diversifica la producción de alimentos: La disponibilidad de recursos naturales y los patrones climáticos son cada vez más variables, satisfacer la demanda de leche y carne a través de distintos métodos, como el pastoreo, hace que el riesgo de ineficiencias de producción quede repartido. El pastoreo ofrece proteínas y nutrientes de calidad asequibles para satisfacer la demanda local y puede ayudar a reducir la dependencia de un país de las importaciones.
- Actúa contra el cambio climático: Los terrenos de pastoreo tienen el potencial de lograr un balance neutro de carbono, puesto que el pastoreo puede compensar los niveles de carbono al estimular el crecimiento de las plantas, lo que ayuda a fijarlo en el suelo. En los sistemas de pastoreo, también puede trasladarse el ganado a campos y tierras en barbecho para aprovechar los residuos de las cosechas como piensos y distribuir el abono animal como fertilizante, con lo cual se reciclan los nutrientes como parte de una bioeconomía circular.
- Funciona como sistema de alerta rápida en caso de pandemias: La pandemia de la enfermedad por coronavirus (Covid-19) nos ha enseñado que, para hacer frente a los desafíos en materia de salud pública, es preciso prestar atención a la salud de los animales, del medio ambiente y de los seres humanos. Los pastores desempeñan una función esencial en este sentido, ya que dan una alerta rápida sobre nuevas amenazas de enfermedades infecciosas en las poblaciones silvestres.
- Fortalece a la población activa y ofrece oportunidades de empleo: El pastoreo garantiza los medios de vida de millones de personas en el 75 % de los países del mundo, si bien las políticas e inversiones lo han desatendido durante años. Impulsar el acceso de los pastores a la educación, la capacitación, la información, los mercados, el apoyo veterinario y a la producción animal, la sanidad y las finanzas, y facilitar los desplazamientos transfronterizos puede generar importantes beneficios económicos y sociales.
- Reduce la competencia entre piensos o alimentos: La demanda de los consumidores de alimentos de origen animal criados de forma natural y alimentados con pasto sigue ampliando el mercado minorista de esos productos, lo que presenta nuevas oportunidades de exportación y rentabilidad. Se calcula que en 2020 padecieron hambre en todo el mundo hasta 811 millones de personas. Los sistemas de pastoreo pueden ayudar a reducir la inseguridad alimentaria al reducir la competencia por los cereales que se destinan a piensos para el ganado y los que se destinan a alimentos para consumo humano.
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