Con tecnologías avanzadas es posible reducir el desperdicio de alimentos

Aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano, el equivalente a cerca de mil 300 millones de toneladas, se pierden o desperdician cada año, lo que equivale a un valor cercano a un billón de dólares. 

Esta cifra no solo resalta una gran pérdida económica, sino que también pone en evidencia la gravedad del problema desde una perspectiva ambiental y social, advirtió Laura Yáñez, directora de Logística Terrestre de Trade Café.

Durante su participación en el webinar “El Rol de la Logística en la Prevención del Desperdicio de Alimentos”, organizado por el Consejo Mexicano de la Carne”, abundó que para contextualizar la dimensión de esta problemática, el volumen de alimentos desperdiciados podría alimentar a 2 mil millones de personas, lo cual pone en evidencia la “incongruencia” entre la disponibilidad de alimentos y el hambre que afecta a millones.

Además, cada año, los alimentos que se pierden o desperdician generan emisiones de dióxido de carbono comparables a las emisiones totales combinadas de Estados Unidos y la Unión Europea. 

Además, los residuos alimenticios que terminan en vertederos se descomponen y liberan metano, un gas de efecto invernadero que contribuye de forma importante al cambio climático. 

Mientras que el transporte de alimentos representa el 6 por ciento de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mientras que la producción alimentaria genera el 24 por ciento de las emisiones globales.

“Realmente tenemos en nuestras manos el potencial de reducir significativamente el desperdicio, mediante la adopción de tecnologías avanzadas que por suerte avanza cada segundo y están al alcance de nuestras manos el reducir este desperdicio”, aseguró.

Lo anterior, abundó, debido a que el desperdicio de alimentos se produce en varias etapas de la cadena de suministro desde la producción y el procesamiento hasta la venta al pormenor y al consumo, siendo los culpables más comunes las ineficiencias, el deterioro y la superproducción.

Así empieza el desperdicio de alimentos

Laura Yáñez puntualizó que el desperdicio comienza en la propia fuente de los alimentos que es la tierra de ahí recorre un largo camino hasta los consumidores que debido a los hábitos suele generarse otra parte importante del desperdicio.

• Producción

El 24 por ciento de todo el desperdicio de alimentos se produce durante la etapa de producción. Estas pérdidas se acumulan debido a varios factores como la utilización de un equipo de cosecha deficiente, el clima (lluvias, sequías y la propagación de plagas).

• Almacenamiento

Durante el almacenamiento y la manipulación de alimentos se reporta que el 24 por ciento del desperdicio mundial ocurre en esta etapa, pues los agricultores y productores necesitan almacenar temporalmente los productos que cosecharon.

Pero si carecen de instalaciones inadecuadas de enfriamiento o de secado los alimentos pueden enmohecer o ser susceptibles a bacterias o expuestos a plagas antes de que lleguen a los minoristas.

Además, las malas condiciones de las carreteras, especialmente en las zonas rurales pueden dificultar su entrada al mercado y en tasas más altas de desperdicio de alimentos.

• Procesamiento

Una vez que los alimentos se recogen de los productores a menudo van a plantas de procesamiento para ser convertidos en productos terminados o para su envasado.

En esta etapa contribuye con un 4% de la pérdida. Esto es causado por malos métodos de procesamiento o por fallas técnicas de la maquinaria, entre otros aspectos.

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• Venta

Tiene que ver tanto con la coordinación con los minoristas como con los productores. Además, los estándares para productos visualmente atractivos han llevado a que muchas frutas que se consideran “feas” no lleguen a los estantes y en mercados.

En el Reino Unido se estima que el 25 por ciento de las manzanas y el 20 por ciento de las cebollas nunca llegan a los hogares debido a su apariencia extraña. 

Los minoristas pueden tener un exceso de stock que resulta en alimentos que caducan sin venderse esta necesidad de abundancia tiene un efecto dominó en toda la cadena de suministros, presionando a los agricultores para que cultiven más de lo que podrían vender.

• Hogares

Es aquí donde se produce el 35 por ciento del desperdicio de alimentos a nivel mundial. En la Unión Europea y en América del Norte cada persona desperdicia entre 95 a 115 kilos de alimentos por año en comparación con los 6 a 11 kilos que se desperdician por persona en África subsahariana y el sudeste asiático.

Además, los alimentos se echan a perder en el refrigerador porque los consumidores se olvidan de ellos. Además, las fechas de caducidad y de consumo preferente generan desperdicio.

Tecnología ayuda a reducir el desperdicio

Durante el webinar, la directora de Logística Terrestre de Trade Café explicó cómo el avance tecnológico en la logística y el transporte está transformando la forma en que se manejan los alimentos a lo largo de la cadena de suministro, permitiendo una mayor eficiencia y, lo más importante, contribuyendo a reducir el desperdicio alimentario. 

Actualmente, abundó, se han lanzado una serie de herramientas y soluciones tecnológicas al alcance de los proveedores de logística, ayudándoles a monitorear, gestionar y optimizar los procesos para asegurar que los productos lleguen a su destino en las mejores condiciones posibles, minimizando pérdidas y deterioro.

La inteligencia artificial, el monitoreo en tiempo real y la optimización de rutas son herramientas que no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también contribuyen a la creación de una cadena de suministro más sostenible y resiliente. 

1. Sistemas de seguimiento y monitoreo en tiempo real

Uno de los avances más relevantes es el uso de sistemas de monitoreo en tiempo real, impulsados por el Internet de las Cosas (IoT). 

Estos sistemas permiten a los proveedores de logística controlar continuamente condiciones como la temperatura y la humedad de los productos perecederos a lo largo de toda la cadena de suministro, desde los almacenes hasta el transporte en camiones, barcos y aviones. 

Mediante sensores instalados en puntos estratégicos, como camiones refrigerados y contenedores de transporte, los gerentes de las flotas pueden recibir alertas inmediatas en caso de que las condiciones óptimas sean alteradas. 

Por ejemplo, si la temperatura de un contenedor sube o si se apaga un motor de refrigeración, el sistema alerta a los conductores y se puede tomar acción de inmediato, evitando que la carga llegue dañada o inservible.

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2. Optimización de rutas

El uso de plataformas de optimización de rutas es otro avance que está marcando la diferencia en la logística moderna. 

Al igual que aplicaciones como Waze o Google Maps, los transportistas ahora pueden identificar las rutas más rápidas y eficientes, evitando retrasos y congestiones de tráfico que podrían generar que los alimentos lleguen tarde o en malas condiciones. 

Estas tecnologías no solo mejoran la puntualidad, sino que también ayudan a reducir el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes, contribuyendo así a una logística más sostenible.

3. Transparencia en la cadena de suministro mediante blockchain

La transparencia es clave en la lucha contra el desperdicio de alimentos, y el uso de blockchain ha revolucionado este aspecto. 

Esta tecnología permite crear un registro seguro e inalterable de toda la información relacionada con los productos alimentarios, desde su origen hasta su entrega. 

La visibilidad mejorada permite detectar ineficiencias o cuellos de botella en la cadena, lo que facilita la toma de decisiones oportunas para evitar el deterioro de los productos. 

Además, el uso de blockchain puede rastrear lotes específicos, lo que permite retirar solo los productos afectados en caso de problemas, minimizando el desperdicio generalizado.

4. Gestión de inventarios con inteligencia artificial

La gestión eficiente de inventarios es otra área donde la tecnología está marcando una gran diferencia. 

Las soluciones de software avanzadas, que utilizan aprendizaje automático e inteligencia artificial (IA), ahora pueden predecir la demanda con mayor precisión, ajustando los niveles de inventario para evitar el exceso de existencias. 

Estos sistemas analizan datos históricos, tendencias del mercado y variaciones estacionales para pronosticar la cantidad de alimentos que se necesitarán y ajustar la oferta en consecuencia. 

De esta manera, se reduce el riesgo de que los productos perecederos caduquen antes de ser vendidos o consumidos.

5. Analítica predictiva para anticipar riesgos

Los sistemas de analítica predictiva, también impulsados por inteligencia artificial y aprendizaje automático, permiten a las empresas anticipar posibles riesgos o interrupciones en la cadena de suministro. 

Mediante el análisis de datos históricos y en tiempo real, estos sistemas pueden prever problemas como condiciones climáticas adversas, retrasos en el transporte o demandas estacionales inusuales. 

Esta información permite a los proveedores ajustar las condiciones de almacenamiento o redirigir los envíos para evitar que los alimentos se deterioren. 

Además, la resiliencia de la cadena de suministro se ve fortalecida al poder reaccionar rápidamente ante cualquier desafío.

6. Precios dinámicos para reducir el desperdicio en puntos de venta

La adopción de sistemas de precios dinámicos en supermercados y tiendas también está contribuyendo a reducir el desperdicio alimentario. 

Algunos comercios han implementado aplicaciones que alertan a los compradores sobre productos próximos a caducar que están disponibles a un precio reducido. 

Esta estrategia, basada en IA, no solo ayuda a reducir el desperdicio, sino que también facilita a los consumidores la compra de productos de alta calidad a menor costo. 

Un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza realizado en 2022 reveló que esta estrategia puede reducir el desperdicio de alimentos hasta en un 14.8 por ciento.

A medida que estas tecnologías se perfeccionan, el impacto positivo en la reducción del desperdicio de alimentos será cada vez más significativo, favoreciendo tanto a los proveedores como a los consumidores y, lo más importante, al planeta, consideró la especialista.

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