La producción de alimentos es una de las actividades económicas que tienen mayor dependencia del clima. Con el tiempo y apoyo de la tecnología, los agricultores aprendieron a disminuir los riesgos que provocaban los fenómenos naturales impulsados por el cambio climático.
Los escenarios climáticos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, por ende, tendrán un impacto negativo en la disponibilidad de alimentos, el acceso a los mismos, su estabilidad y su utilización. Así como en los bienes y oportunidades de los medios de vida tanto en zonas rurales como urbana.
¿Qué generó la crisis climática?
El modelo de desarrollo implementado en las últimas décadas trajo progreso y oportunidades para millones de personas.
Esa gran aceleración tiene entre sus protagonistas en la parte ambiental a la combustión de gas, petróleo y carbón a enormes escalas.
También al sistema de producción de algunos alimentos a gran escala y a los cambios en los usos del suelo como la deforestación para ganadería o agricultura por monocultivos.
Los gases que se emiten a la atmósfera no tienen la misma capacidad de generar calentamiento global ni permanecen el mismo tiempo en la atmósfera. Entre los protagonistas de la próxima década, se encuentra el metano. Lo emiten las vacas, pero también el fracking.
El metano tiene un poder de calentamiento mucho mayor a otros gases, y también permanece por menos tiempo en la atmósfera. Es por eso lo que este gas y otros “de vida corta” son considerados clave para reducir los daños generados por el cambio climático en las próximas décadas y siglos.
Por esta razón, mirar cómo, dónde y para quiénes se producen alimentos o cultivos forma parte de las discusiones de cambio climático.
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Efectos del cambio climático en la producción de alimentos
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la creciente amenaza del cambio climático para el suministro mundial de alimentos y los retos que plantea para la seguridad alimentaria requieren medidas políticas concertadas urgentes.
Los efectos directos del cambio climático sobre la producción de alimentos son varios, pero los más visibles son los siguientes:
- reducción de la disponibilidad de agua
- mayor presencia de plagas y enfermedades
- pérdida de tierras aptas para la agricultura por causa de la erosión del suelo y desertificación
- cambios en el crecimiento y disminución del rendimiento de algunos cultivos
- pérdida de cultivos y cosechas a causa de la mayor frecuencia de fenómenos climatológicos extremos
Los efectos sobre la seguridad de los alimentos varían en función de los distintos procesos que pueden derivarse de los efectos del cambio climático. Así, la sequía provoca una pérdida de vigor de las plantas, lo que hace que estas sean más susceptibles a las enfermedades.
En cambio, las inundaciones y lluvias fuertes favorecen el crecimiento de hongos patógenos en las hojas y muchos organismos que causan enfermedades se propagan con las corrientes de aire.
Así afecta a la agricultura
El clima cambiante del planeta afecta a la agricultura de una forma severa, un campo de cultivo se puede ver sometido en poco tiempo a una sequía y a una inundación. Cuando lo que en realidad necesita la agricultura es un clima estable o al menos predecible, sin cambios bruscos, para producir adecuadamente.
Estos efectos del cambio climático provocan la pérdida de cultivo y cambios en la reproducción y distribución de algunos animales como aves o peces. Los cultivos necesitan tierra, agua, luz solar y calor adecuados para crecer.
El calentamiento global altera el desarrollo y el ciclo reproductivo de las plantas, adelantando las épocas de floración y cosecha y disminuyendo el rendimiento de los cultivos.
Además, las variaciones de las temperaturas y de las estaciones de crecimiento promueven la proliferación y propagación de plagas y malezas. Y como consecuencia de la modificación de los regímenes de lluvias, se pierden cosechas y disminuye la producción a largo plazo de los principales cultivos.
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Acciones de la industria de alimentos frente al cambio climático
Para la industria de alimentos, combatir los efectos del cambio climático de manera directa o indirecta es prioridad para evitar problemas de seguridad en:
- el aprovisionamiento de materias primas
- inestabilidad en los precios
- calidad y seguridad de los productos alimentario
Las sequías, inundaciones o periodos de extremas temperaturas influyen ya en la producción de alimentos a nivel global y su impacto va a ser todavía mayor en los próximos años.
La industria de alimentos y bebidas propone las siguientes medidas para luchar contra el cambio climático:
- Abastecimiento sostenible de materias primas. Seleccionar proveedores que apliquen buenas prácticas ambientales para suministrar materias primas con una reducida huella de carbono y colaborar en cadenas de suministro bajas en carbono.
- Reducir la huella de carbono de productos y actividades. Existen herramientas como el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), las cuales permiten analizar las cargas ambientales identificando y cuantificando el empleo de materiales y energía además del impacto en el entorno (emisiones).
- Implementar planes de eficiencia energética. Definir planes de eficiencia energética en la empresa como los cambios la maquinaria de mayor consumo energético, selección de equipos más eficientes energéticamente, y cambio de combustible fósil a renovable.
- Optimizar el transporte y uso de combustibles. La optimización de rutas y redes de distribución de alimentos contribuye a la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero. Por ello, incrementa la eficiencia de los vehículos en el uso de combustibles.
- Impulsar la economía circular. El diseño de estrategias de producción con cero residuos a vertedero es una de las estrategias que contribuyen a la sostenibilidad de la actividad industrial en el marco de la economía circular.