Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos mejoraría los sistemas agroalimentarios, ayudaría a lograr la seguridad alimentaria y a garantizar la calidad de los alimentos, lo que se reflejaría en la nutrición. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el desperdicio anual de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial, representa un total de mil 300 toneladas cada año.
De acuerdo con el Índice de Pérdida de Alimentos 2021, en México, los hogares desperdician cada año 11.9 millones de toneladas de alimentos anualmente, lo que corresponde a 9.4 kilogramos anuales por vivienda. Mientras, el número de personas con hambre en el país aumentó de 4.7 millones de mexicanos entre 2004 y 2006, a 9.2 millones entre 2018 y 2020.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una buena alimentación al nivel de otras medidas como el lavado de manos, el uso de cubre bocas y el distanciamiento social. Para que el sistema inmunológico de las personas pueda prevenir, combatir y recuperarse de enfermedades, como la causada por el SARS-CoV-2.
Así impacta en las empresas el desperdicio de alimentos
Actualmente, la situación mundial respecto al desperdicio de alimentos se ha convertido en un foco rojo tanto para las sociedades como para la humanidad en general. Es importante señalar que el desperdicio de alimentos forma parte de toda la cadena de valor, desde la recolección hasta las tiendas y el consumo.
De acuerdo con Juan Carlos Leyva, líder de la División de Restaurantes de Comida Rápida para Ecolab México, en 2020, Ecolab ayudó a:
- Alimentar 1.3 mil millones de personas
- Producir más de 36% de los alimentos procesados y
- Servir más de 50 mil millones de comidas a nivel global.
Reducir el desperdicio de alimentos contribuye a la inocuidad y seguridad alimentaria. Además de que protege a los recursos fundamentales del planeta, como el agua y la energía, y evita la emisión de gases de efecto invernadero. En ese sentido, Ecolab impulsa asesorías, soluciones y tecnologías para la preparación y servicio de alimentos seguros.
3 acciones de Dow para reducir el desperdicio
Dow comparte las acciones que actualmente están poniendo en práctica para reducir el desperdicio. A través de una colaboración más estrecha con los hábitos de los consumidores.
- Innovación para la conservación. Las empresas en la industria de alimentos están centrando sus esfuerzos en tecnologías de conservación en empaques. Un ejemplo es una tecnología creada por Dow que permite el desarrollo de envases termoformados ricos en polietileno. La cual logra usar menor cantidad de empaque por producto, tiene menor huella de carbono, es técnicamente reciclable y ofrece una alta resistencia mecánica con transpirabilidad específica y esto ayuda a reducir el desperdicio del pollo fresco.
- Conciencia en la compra-venta. Planificar de manera consciente el volumen de productos que las empresas envían a las tiendas es uno de los principales factores para evitar el desperdicio de alimentos en la parte de distribución dentro de la cadena. De acuerdo con el estudio “Reducing Food Waste”, se pueden conseguir mejoras sustanciales sin tener que realizar grandes cambios.
- Guía y apoyo para los consumidores. La industria de alimentos pretende ser un mejor aliado de los consumidores finales: primero, buscando ofrecer productos frescos que duren más (para ellos es vital el uso de empaques adecuados). Y segundo, generar una cultura de consumo en donde las personas “solo compren lo que van a comer.
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