De acuerdo con el estudio Reducing Food Loss & Waste: A roadmap for philanthropy, la pérdida y desperdicio de alimentos (PDA) priva a los agricultores de ingresos y costos, exacerba la biodiversidad perdida y causa al menos el 10% de los efectos de emisiones de gases.
Mientras tanto, el 9% de la población mundial la población no tiene suficiente para comer.
Así como los costos son enormes y de gran alcance, también lo son los beneficios al reducir la pérdida y desperdicio de alimentos. Al trabajar en este tema, es posible:
- mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición
- reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
- disminuir la huella ambiental
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El problema del desperdicio de alimentos y sus consecuencias
El estudio señala que la pérdida y desperdicio de alimentos ocurre en todas las etapas, desde la granja hasta la mesa. De hecho, entre el 30 y el 40% de los alimentos producidos a nivel mundial nunca se consume.
Esto se divide aproximadamente en partes iguales entre la pérdida de alimentos (en las granjas o en la cadena de suministro) y el desperdicio de alimentos (a nivel minorista o de consumo).
Durante mucho tiempo se ha pensado que la pérdida de alimentos en las granjas sería mayor en las regiones menos prósperas y con niveles más bajos de mecanización en la granja.
Sin embargo, investigaciones recientes demostraron que las pérdidas de explotaciones agrícolas per cápita son mayores en Europa, América del Norte y Asia industrializada. Esto, debido a que solo el 37% de la población mundial contribuye con el 58% de la pérdida mundial de cosechas.
Cinco formas en que la filantropía puede reducir la PDA
1.Establecer políticas para impulsar la acción
Los responsables de la formulación de políticas y ejecutores tienen un papel importante que desempeñar en la regulación mercados. El objetivo es desincentivar el desperdicio e incentivar la eficiencia y la economía circular.
Esto incluye el establecimiento de una reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos. Así como la prestación de servicios de capacitación e infraestructura, así como la inversión en innovación.
Las políticas clave que dan forma a la PDA incluyen:
- la prohibición de arrojar materia orgánica en vertederos
- financiación de la investigación y el desarrollo
- apoyo a la cadena de frío, infraestructura
- orientación sobre inocuidad y donación de alimentos
- financiamiento para la educación y cambio de comportamiento del consumidor
Educar al público, a los responsables de la formulación de políticas y a los encargados de la aplicación de políticas de PDA es un aspecto integral de la mayor parte de la financiación y oportunidades en esta hoja de ruta. Tanto en las hojas de ruta nacionales y en las recomendaciones internacionales de apoyo.
2. Reducir la pérdida de alimentos en la granja y en la producción
Los alimentos se quedan en el campo si no cumplen con las expectativas de apariencia de los consumidores y están sujetos a cambios en la oferta y la demanda. La falta de conexiones con los mercados hace que no sea rentable la cosecha.
Enfermedades, técnicas de cosecha deficientes e inadecuadas, transporte y almacenamiento en la granja (incluido el almacenamiento en frío) también contribuyen a la pérdida de alimentos. La pérdida per cápita de las explotaciones agrícolas es, por lo general, mayor en geografías con sistemas alimentarios industrializados.
Sin embargo, los sistemas alimentarios menos industrializados también son importantes, porque los pequeños agricultores producen un tercio de los alimentos del mundo y a menudo sufren inseguridad alimentaria.
Reducir la pérdida de alimentos en las granjas y en la producción requiere una combinación de herramientas, incluido el trabajo con los agricultores y las empresas, el cambio de políticas, la provisión de fondos públicos.
Trabajar con agricultores y otros productores se vinculan estrechamente para trabajar con los actores del sector privado en la cadena de suministro de alimentos, que llevan los alimentos de la granja a la mesa.
3. Cambiar la forma en que opera el sector privado
Las personas que trabajan en empresas que procesan, empaquetan, distribuyen, comercializan y venden alimentos son fundamentales para reducir la pérdida y desperdicio de alimentos. Un primer paso para cualquier negocio es comprender dónde se produce la PDA y cambiar prácticas e incentivos comerciales cotidianos.
El proyecto de la IRG titulado "10x20x30" tiene como objetivo hacer esto trabajando con 10 de las más grandes empresas alimentarias a contratar a 20 de sus proveedores prioritarios para reducir a la mitad su desperdicio de alimentos para 2030.
Además, el papel de las finanzas influye en el comportamiento de las empresas y en el sistema alimentario. También es importante porque funciona directamente con diferentes entidades del sistema financieros.
4. Cambiar el comportamiento y la cultura del consumidor
Cambiar el comportamiento individual y doméstico es otro factor importante para reducir el desperdicio de alimentos. Las campañas de comportamiento del consumidor crearon conciencia sobre la situación económica, impactos ambientales y de salud de las compras excesivas y desperdicio de alimentos.
Las campañas combinan intervenciones en puntos de compra; por ejemplo: comestibles, restaurantes y cafeterías al mismo tiempo que difundieron la importancia de sus acciones en escuelas, universidades y medios de comunicación.
En México, las campañas de comportamiento de los consumidores se encuentran en fase de prueba, con el objetivo de cambiar comportamientos relacionados con el desperdicio y la elección de la dieta hacia los alimentos de origen vegetal.
5. Apoyar a las personas que pueden capitanear y coordinar el trabajo
La solución de los problemas de PDA requiere un nivel de sistemas de análisis e intervención estratégica. Esto significa que tener un grupo o alianza coordinada centrado en el nivel de sistemas es una característica inestimable para el éxito a largo plazo. Aquí "capitanear" implica cartografiar el paisaje, identificar prioridades de intervención en todos los tipos de capital, y llevar un seguimiento del progreso.
También incluye la recopilación y el intercambio de lecciones aprendidas, conectando a las personas, identificando herramientas y conocimientos útiles. Y comunicación a nivel local, nacional y global sobre la emitir.
El estudio concluye que, a nivel internacional, el apoyo a la puesta en marcha para crear esta función de capitanía llamada Comida: Alianza de Pérdidas y Desperdicios reunirá a los principales actores nacionales para trazar un camino para los esfuerzos en curso.