A medida que las empresas alimentarias trabajan para hacer una transición hacia la “nueva normalidad", ha surgido la necesidad de llevar a cabo auditorías de Buenas Prácticas de Manufactura (BPMs) de forma virtual para mantener las garantías de los estándares de seguridad alimentaria.
Debido a la pandemia provocada por el Covid-19, los fabricantes de alimentos han cumplido una doble función para garantizar una cadena de suministro de alimentos segura, al tiempo que priorizan la salud y la seguridad de su personal de producción.
Antes de la pandemia, los fabricantes de alimentos permitían que se abrieran e inspeccionaran lugares donde se llevaba a cabo la producción o en los equipos de almacenamiento de alimentos. Hoy en día, sería poco probable que se pueda permitir esta práctica debido al potencial de exponer a los empleados al virus.
Una forma de evitar muchos de estos desafíos es realizar auditorías vía remota, como por ejemplo una inspección híbrida de BPMs. Este tipo de auditoría combina una revisión virtual y una revisión de documentos, seguida de una inspección física que se realizará dentro de los seis meses posteriores a la revisión virtual.
La posibilidad de una inspección virtual permite a los clientes una mayor flexibilidad para poder revisar el programa y la documentación en tiempo real a través de una videoconferencia. Esto brinda a ambas partes la oportunidad de resolver problemas potenciales de inmediato, al tiempo que mantiene los protocolos de distanciamiento social y limita la posible exposición al virus a la fuerza laboral dentro de las instalaciones.
Aunque la incertidumbre permea sobre la industria, continuamente se analizan y se desarrollan nuevas soluciones que puedan garantizar la seguridad de la cadena de suministro de alimentos. También es esencial desarrollar soluciones para apoyar la salud y la seguridad de las personas involucradas en la fabricación de alimentos.