El propósito del modelo de diseño circular de alimentos es la definición optimizada de productos alimentarios para que permanezcan en la cadena el máximo tiempo posible. Se persigue reducir el desperdicio alimentario, y el aprovechamiento de todos los recursos naturales.
La Unión Europea identificó algunos modelos bajo los cuales se pueden enmarcar las actuaciones en materia de economía circular. Uno de estos modelos hace referencia al diseño circular de los productos, los materiales que se emplean, así como su origen.
5 claves para un diseño circular de alimentos
1. Diseñar con materias primas e ingredientes más sostenibles
Una de las vías más eficaces para conseguir una huella ambiental mejorada en los productos finales es:
- seleccionar materias primas
- ingredientes de reducida huella ambiental
Fuentes más respetuosas con el medioambiente que emplean menos recursos naturales. En muchos productos alimentarios las materias primas suelen constituir un porcentaje mayoritario de su huella ambiental.
Las fuentes vegetales suelen tener un menor impacto que las de origen animal y son empleadas en muchos análogos cárnicos o de otras especies animales. También existen ingredientes obtenidos vía "upcycling” que proceden del aprovechamiento de subproductos tras procesos de secado, extracción y purificación, entre otros.
Además, hay que recordar el uso de proteínas alternativas procedentes de fuentes no convencionales como los insectos, algas, hongos, etcétera. para alimentación o piensos es también una tendencia al alza.
2. Diseño para dar una mayor vida útil
Para el diseño circular de alimentos, reducir el desperdicio alimentario optimizando tanto la formulación como las condiciones de conservación, envasado y transporte. Siempre considerando la demanda del consumidor por alimentos saludables y con menos aditivos, y la huella ambiental asociada a los productos.
Un grupo de investigadores desarrolló un envase biodegradable a partir de proteínas de maíz y otros biopolímeros naturales. El envase está aditivado con una mezcla de aceites antimicrobianos naturales que permiten alargar la vida útil de los productos hasta tres días en comparación con el uso de plásticos tradicionales.
Con el objetivo de reducir el desperdicio de los alimentos envasados surge Mimica Touch, una etiqueta sensible a la temperatura que indica de forma precisa si el producto sigue fresco o, por el contrario, ya no es apto para su consumo.
3. Eco-diseño de envases y embalajes
A partir de diversas sustancias presentes en las cáscaras, semillas y pulpa de frutas y verduras, Apeel es capaz de crear una envoltura protectora de la humedad y del oxígeno. Consiguen así mantener los productos frescos y nutritivos por más tiempo, lo que conlleva una menor pérdida de alimentos.
Por su parte, investigadores de la Universidad de Tufts señalan el potencial de las fibras de seda aplicadas como envoltura comestible a distintas frutas para favorecer su protección y alargaba su vida útil. Aunque es necesario seguir avanzando para vencer ciertos retos, estos hallazgos son prometedores.
4. Introducción de nuevos (bio)materiales de envase o sustitución por materiales secundarios/reciclados
Reducir la dependencia de las fuentes fósiles al tiempo que se valorizan subproductos o residuos que, mediante procesos biotecnológicos, faciliten la generación de nuevos materiales con propiedades similares a los de origen sintético.
Existe un proyecto de producción de envases flexibles a partir de algas. Se trata de una fuente no competitiva con los cultivos destinados a alimentación, no necesita agua ni recursos químicos. Además, se trata de soluciones biodegradables (requiriendo entre 4 y 6 semanas, es compostable y no interfiere en el reciclaje de PET.
Con el objetivo de reducir el uso de plásticos de un solo uso en distribución, reducir el desperdicio alimentario y aprovechar los subproductos del sector frutas y hortalizas.
Algunas empresas están colaborando en el desarrollo de envolturas protectoras a base de celulosa. Han comenzado por el desarrollo de las envolturas a partir de los residuos de zanahorias, pero podrían emplearse otros muchos como los del zumo de manzana.
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5. Diseño para facilitar reciclaje o una segunda vida
Avances en el reciclaje mecánico y reciclaje químico que permitan reducir la presión de los envases plásticos sobre el medioambiente. También el uso de materiales compostables y biodegradables que permitan alcanzar los objetivos de la estrategia europea 2030.
Un ejemplo lo tiene una empresa cervecera que trabaja en el diseño de una botella a base de fibra de madera sostenible y totalmente reciclable. Aunque sus actuales prototipos cuentan con una barrera interna, un film plástico bien de PET reciclado o de PEF 100% de base biológica, para poder contener la cerveza, la empresa está trabajando en encontrar una solución sin plástico.
Comprometidos con el medioambiente, una empresa de café desarrollo cápsulas de café compostables y biodegradables en el medio marino. Teniendo en cuenta tanto el proceso productivo, la conservación del producto y el funcionamiento de las máquinas de café.
Se han diseñado cápsulas de café a base de polihidroxialcanoato (PHA), biopolímero producido por bacterias gracias a la fermentación de azúcar o lípidos. En menos de un año, las cápsulas pierden más de un 30% de su peso en el proceso de biodegradación.
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