De acuerdo con la FAO, un sistema alimentario eficaz es aquel que garantiza la seguridad y sostenibilidad alimentaria, así como la nutrición para todos, de forma que no se comprometan las bases económicas, sociales y ambientales.
Sin embargo, el sistema alimentario puede ser frágil por diversos factores:
- Crisis alimentaria impulsada por la pandemia y agravada por la guerra.
- Altos precios de los alimentos y del combustible.
- La inflación en su punto más alto, desde los últimos 40 años.
- La alza y choque de precios se percibe más en los países más pobres, los que ya tienen inseguridad alimentaria.
Los problemas complejos requieren trabajo colaborativo y soluciones holísticas. Los responsables políticos, agricultores, fabricantes, consumidores y la industria de alimentos tienen un papel clave en la sostenibilidad y en la transformación del sistema alimentario”, apunta Juan Aguiriano, Head de Sustentabilidad y Emprendimientos Tecnológicos de Kerry.
“Nuestro sistema alimentario mundial está diseñado para producir enormes cantidades de alimentos, utilizando una variedad limitada de materiales al menor costo económico posible y sin afectar al planeta”, añade.
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¿Cómo cuidar la sostenibilidad y seguridad alimentaria?
Más del 30% de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) son atribuibles al sistema alimentario. La forma en que superemos este reto global impactará en la sostenibilidad y seguridad alimentaria”, afirma Aguiriano.
“Asimismo, se espera que para el 2050 la población mundial aumente de 7,900 millones de personas a casi 10,000 millones, para ello se necesitará un 50% más de alimentos y 70% más de proteínas de origen animal para alimentar a todo el mundo”, advierte.
La innovación y la normativa gubernamental no serán suficientes para enfrentar esos retos. Como industria, se deben tomar decisiones inteligentes que garanticen a las generaciones futuras un sistema alimentario que satisfaga sus necesidades.
En ese sentido, dice Aguiriano, son tres las áreas clave que pueden tener un impacto para garantizar la sostenibilidad y seguridad alimentaria son:
- Agricultura regenerativa: Es un sistema de prácticas que mejora los recursos que utiliza, en lugar de agotarlos o destruirlos.
- Eliminar el desperdicio de alimentos. Existe una paradoja global preocupante entre la creciente cantidad de alimentos comestibles que se pierden a lo largo de la cadena de suministro y la escasez de alimentos que hace que millones de personas sufran desnutrición.
- Proteína sostenible. En los últimos 50 años, la producción de carne se ha triplicado. Por ello, es preciso encontrar fuentes alternativas de proteína.
Clave 1: Agricultura regenerativa
“La calidad del suelo es el principio de un sistema alimentario estable y de calidad. Cuando se daña el suelo, el carbono vuelve a la atmósfera, secando el suelo y convirtiéndolo en polvo”, explica Aguiriano.
A eso se le conoce como desertificación. Se calcula que para 2050, mil millones de personas estarán refugiadas en la desertificación del suelo”, agrega.
La tierra degradada:
- Tiene un rendimiento de cultivo más bajo.
- Produce una vegetación de menor calidad de nutrientes.
- Absorbe menos carbono.
“Si no se toman medidas para revertir esta tendencia, se aumentarán las emisiones y reducirán los sumideros de carbono del suelo, lo que hará que se supere el límite de calentamiento global de 1,5 °C”, destaca el experto.
Como respuesta, la agricultura regenerativa es un sistema que rehabilita todo el ecosistema, lo que conduce a la sostenibilidad, granjas más productivas, comunidades saludables y economías viables”, indica.
Se trata de una práctica que se está adoptando en mercados emergentes y desarrollados, por las ventajas que ofrece:
- Un suelo saludable logrado a partir de prácticas agrícolas regenerativas puede reducir el carbono, capturarlo y ponerlo en el suelo.
- Cultivar cultivos en armonía con la naturaleza ayudará a la vida y función del suelo.
- Garantiza e incentiva a los agricultores, ofreciendo programas educativos.
- Facilita el paso a las energías renovables y la transición hacia una agricultura sostenible.
“La agricultura es el núcleo de nuestro sistema alimentario, por lo que acelerar el cambio a prácticas regenerativas supondrá una enorme contribución para preparar al sistema alimentario para el futuro”, afirma.
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Clave 2: Reducir el desperdicio de alimentos
Cada año se desperdician 1,300 millones de toneladas de alimentos que nos cuestan entre el 2 y el 3% del PIB (más de 2 billones de dólares al año) en pérdida de productividad”, señala Aguiriano.
En México la Pérdida y Desperdicio de Alimentos son un problema serio, considerando que 55.7 millones de personas viven en pobreza, de las cuales 28.6 millones padecen de inseguridad alimentaria y más de 10 millones sufren hambre, según estimaciones de pobreza multidimensional 2018 y 2020, presentadas por el CONEVAL".
De acuerdo con el experto de Kerry, la lucha contra el desperdicio de alimentos depende de dos factores:
- Influir en el comportamiento del consumidor con tecnologías como los códigos QR que le informarán sobre la conservación del producto.
- Aprovechar las soluciones de conservación para prolongar la vida útil de los productos.
Un par de ejemplos lo demuestran:
- Cada año se desperdician más de 73,000 millones de kg de carne, lo que supone la asombrosa cifra de 2,000 millones de raciones al día. Los métodos de conservación y la innovación en ingredientes son la clave (antimicrobianos y etiqueta limpia).
- El sector de la panadería representa el mayor volumen de residuos alimentarios. En todo el mundo se desperdician cerca de 12,000 millones de barras de pan al año, lo que supone unos 630 millones de rebanadas al día.
La vida útil del pan, la protección del producto contra el moho, el deterioro y la degradación del sabor es lo que da a una barra de pan la mejor oportunidad de consumirla en lugar de ir a la basura.
Clave 3: Proteína sostenible
Aguiriano dice que existen dos cosas que se pueden hacer para afrontar este reto:
- Mejorar la huella ambiental de la producción de proteínas animales.
- Seguir buscando fuentes alternativas de proteínas más sostenibles.
La descarbonización de las proteínas animales es fundamental para la salud del planeta. Sin embargo, es algo difícil en los países con escasez de agua y en los que se alimenta al ganado durante todo el año”, destaca.
Irlanda, por ejemplo, adoptó un enfoque de liderazgo intelectual al abordar este reto:
- Creó un programa nacional sustentable en el que cada granja y fabricante de alimentos miden lo que importan y se centran en las áreas con mayor impacto.
- El enfoque se basó en la ciencia, la innovación y las mejores prácticas con el objetivo de crear resiliencia en la industria.
“Es necesario diversificar las proteínas que se consumen e innovar en su obtención para minimizar el impacto medioambiental y mejorar la calidad nutricional”, advierte el especialista de Kerry.
La biotecnología es un área con un enorme potencial para apoyar la transición proteica. Combinada con la fermentación proporciona un proceso potente y una forma eficiente y sostenible de producir proteínas alternativas”, asegura.
Aguiriano señala que se pueden aprovechar los avances de la biotecnología para:
- Alimentar a poblaciones crecientes de forma sostenible
- Reducir la dependencia de los productos químicos
- Mejorar la eficiencia de las materias primas
- Disminuir las emisiones de CO2
- Desarrollar subproductos de interés de manera eficiente, consistente y respetuosa con el medio ambiente
“Las empresas que se comprometan a producir alimentos de forma sostenible estarán a la vanguardia de las oportunidades financieras y de inversión, además tendrán una ventaja significativa en una economía neta cero”, subraya.
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El papel de Kerry para garantizar la sosteniblidad alimentaria
Los últimos acontecimientos han puesto de manifiesto la fragilidad del sector alimenticio, pero también han aportado confianza y optimismo en que, bajo presión, puede aportar soluciones y enfrentar los retos.
Pero ¿qué está haciendo el sector para acelerar el progreso?, ¿cómo lo está haciendo Kerry? Desde su enfoque de nutrición sostenible, su objetivo como compañía es mejorar el perfil nutricional de los alimentos y generar un impacto positivo de la sostenibilidad para el planeta y la sociedad.
Asimismo, sus principales estrategias se centran en:
- Asociarse con sus clientes para garantizar que los productos finales estén disponibles, sean asequibles y seguros para el consumo, sean nutritivos, saludables y positivos.
- El proceso que va de la granja a la mesa a través de mejores prácticas sostenibles basadas en la ciencia.
- Su asociación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), para dirigir proyectos comunitarios para mejorar la producción de productos lácteos sostenibles en los países en desarrollo.
- La cadena de valor para educar a sus clientes a que tomen decisiones más informadas.
- Crear una calculadora de desperdicio de alimentos, una atractiva herramienta que simula el valor obtenido por la ampliación de la vida útil del producto.
- La búsqueda continua de sistemas de conservación afines con la normativa de los países y congruente con las tendencias del mercado.
“Destinar lo mejor del ingenio humano para la transformación de los sistemas alimentarios y alinearlo con los líderes para que tomen las decisiones correctas es una combinación ganadora”, subraya Aguiriano.
Los líderes de la industria tienen la influencia para cultivar un cambio de cultura dentro de las organizaciones. Está claro que invertir en un sistema alimentario más robusto y con un enfoque de sostenibilidad dará sus frutos a largo plazo, pero requerirá un enfoque conjunto”, puntualiza.
Este contenido fue realizado en colaboración con Kerry.