Recientes investigaciones de científicos españoles de la Universidad de Cantabria, consideran viable un tratamiento con vitamina D en pacientes con Covid-19 con deficiencia sérica de 25OHD. Ya que este enfoque podría tener efectos beneficiosos tanto en el sistema musculoesquelético como en el inmunológico.
El líder de esta investigación, indica que el mejor enfoque podría ser identificar y tratar la deficiencia de vitamina D, especialmente en personas de alto riesgo, como ancianos y pacientes con comorbilidades.
La investigación de 200 pacientes con Covid-19, publicada en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism , también encontró que los hombres tenían niveles de vitamina D más bajos que las mujeres. Sgún los especialistas, esta deficiencia se debe a diferentes hábitos alimentarios y de estilo de vida.
El ensayo clínico de medio año tiene como objetivo determinar si un enfoque de prueba y tratamiento para corregir la deficiencia de vitamina D de las personas durante los meses de invierno reducirá el riesgo y / o la gravedad del Covid-19 y otras infecciones respiratorias agudas.
Para los investigadores los posibles beneficios de esta vitamina para prevenir el coronavirus no se han probado actualmente. Por lo tanto, es un puente demasiado lejos para afirmar que la fortificación afectaría el riesgo de la enfermedad.
Por otra parte, un análisis del Reino Unido que evaluó los datos recopilados antes de la pandemia encontró que la ingesta de vitamina D de los suplementos, pero no de la dieta, se asoció con menos problemas respiratorios. Esto ha llevado a los investigadores a sugerir que los hallazgos se suman al debate científico actual sobre el valor de los suplementos que contengan la mencionada vitamina.
Consumo de vitamina D
Ante la deficiencia de vitamina D en la población, parece sensato proporcionar suplementos de esta vitamina clave, en particular a aquellos con más probabilidades de carecer de ésta. Sin embargo, los investigadores consideran pertinente esperar los resultados de los grandes estudios en curso y adecuadamente diseñados para determinar si la administración de vitamina D puede prevenir la infección por SARS-COV-2 o reducir su gravedad.
No obstante, dado el gran margen de seguridad del tratamiento con vitamina D y su bajo costo, parece razonable tratar a las poblaciones con alto riesgo de deficiencia de esta vitamina. En general, este grupo coincide con los pacientes más afectados por Covid-19.
La vitamina D ayuda a regular la cantidad de calcio y fostato en el cuerpo, que son necesarios para mantener los huesos, los dientes y los músculos saludables. Al estar presente en el organismo, se activa con la exposición al sol, pero también se puede adquirir a través de alimentos como el pescado, la carne y los huevos.
También existe la posibilidad de los suplementos, pero las asociaciones médicas solo lo recomiendan en casos específicos:
- Personas mayores de 60 años
- Mujeres embarazadas y lactantes
- Pacientes con osteoporosis
- Personas con las llamadas enfermedades osteometabólicas
- En países donde la población no tiene suficiente exposición al sol
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