La nutrición infantil se ha puesto en entre dicho debido a las complicaciones que ha traído consigo la pandemia de Covid-19. Las familias de todo el mundo son cada vez más incapaces de acceder y pagar una dieta necesaria para una vida saludable debido a la pérdida de ingresos, los aumentos de precios y la interrupción de los sistemas alimentarios y de atención médica.
Estos aspectos negativos pusieron a millones de niños en riesgo de ser empujados a una espiral descendente de desnutrición a medida que más y más personas se acuestan con hambre, lo que agrava los impactos de la pandemia de Covid-19 y prolonga la recuperación.
Es por ello que, en algunos países poblados de ingresos bajos y medianos, se prevé que la pandemia de Covid-19 y sus efectos socioeconómicos provoquen un aumento devastador de la desnutrición infantil. Trágicamente, es probable que una situación ya difícil empeore sin una acción urgente.
Los riesgos de no tener un plan de acción
De acuerdo con una investigación realizada por el consorcio Standing Together for Nutrition (ST4N), publicada hoy en Nature Food, proyecta que 141 millones de personas adicionales, además de los 3 mil millones estimados, no pueden permitirse una dieta saludable debido a la pandemia de Covid-19.
Además, se espera que la proporción de la población que ni siquiera puede pagar la mitad del costo de una dieta saludable en los 63 países modelados haya aumentado del 43% al 50% en 2020 desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
Por lo que, sin una acción inmediata, se estiman 283 mil muertes adicionales relacionadas con la desnutrición en niños pequeños para 2022, lo que equivale a 258 niños adicionales que mueren por día. Para los que sobreviven, otros 3.6 millones de niños con retraso en el crecimiento se verán afectados por deficiencias físicas y cognitivas de por vida, y 13.6 millones más sufrirán emaciación con un alto riesgo de muerte.
La nutrición y cómo cerrar la brecha
Cerrar la brecha de asequibilidad y garantizar una buena nutrición para todos, especialmente los niños, las adolescentes y las madres embarazadas y lactantes, es fundamental para salvar vidas y asegurar la salud y el desarrollo futuros de las familias y las naciones. Obtener una nutrición adecuada determinará si las consecuencias del Covid-19 se sentirán durante meses, años o décadas por venir.
La Dra. Saskia de Pee, del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, comentó que: “Las nuevas proyecciones de desnutrición son una llamada de atención. Al hacer frente a la pérdida de ingresos junto con los altos precios de los alimentos, millones de familias vulnerables corren el riesgo de caer en la desnutrición”.
El futuro de toda una generación está en peligro. La respuesta ante el Covid-19 necesita desarrollar resiliencia y nutrición o puede enfrentar 44 mil millones de dólares adicionales en pérdidas de productividad económica debido a estos casos adicionales de desnutrición infantil. Hay soluciones para corregir el rumbo.
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