Debido a que tres mil millones de personas en el mundo no pueden acceder a una alimentación saludable, lo que conduce a la desnutrición y a enfermedades no transmisibles responsables de más del 73% de las muertes a nivel mundial, se ha subrayado la urgencia de transformar los sistemas alimentarios para garantizar una dieta saludable y sostenible.
Y es que una dieta poco saludable conlleva el riesgo de una malnutrición y enfermedades, incluida la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad, así como las deficiencias de micronutrientes.
De hecho, el Informe sobre Políticas Alimentarias Globales (GFPR) 2024 sostiene que una dieta saludable podría salvar una de cada cinco vidas, proporcionando los nutrientes necesarios para una vida activa y saludable, contribuyendo al bienestar y a la productividad de la población.
Sin embargo, para muchas personas en todo el mundo, las dietas saludables a menudo no son deseables, asequibles, accesibles o están poco disponibles.
Por ello, el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) sugiere un cambio urgente para implementar soluciones de alto impacto específicas para cada comunidad, que sean adaptables, dinámicas y equitativas.
Buscar soluciones para dietas más equilibradas y nutritivas no es tarea fácil, especialmente porque en los países de ingresos bajos y medianos la alimentación se basa principalmente en cereales, azúcares, grasas saturadas y alta cantidad de sal, ingredientes que son causantes de numerosas enfermedades.
Desafíos para una dieta saludable
Uno de los retos son las preferencias de los consumidores. Hay evidencia de que las sociedades están evolucionando rápidamente hacia un mayor consumo de alimentos ultraprocesados.
También se ve un consumo excesivo de alimentos de origen animal, aunque muchas poblaciones vulnerables, que podrían beneficiarse de una mayor ingesta de este tipo de alimentos, todavía tienen un acceso inadecuado.
Para muchas personas en países de ingresos bajos y medianos, así como entre poblaciones vulnerables como mujeres y niños, las dietas saludables siguen fuera de su alcance.
La urbanización y la transformación rural también ha cambiado las preferencias de los consumidores, destacándose una mayor penetración de alimentos ultraprocesados debido a su menor costo.
En contraste, muchos alimentos nutritivos son cada vez más caros y, por lo general, inaccesibles para muchas personas, especialmente las poblaciones marginadas.
Por lo que el estudio sugiere la necesidad de implementar políticas para gestionar los compromisos en materia de nutrición, que incluya el etiquetado frontal obligatorio, restricciones a la comercialización de productos no saludables, especialmente dirigidas a niños y adolescentes.
Además, los sistemas alimentarios deben tener en cuenta el cambio climático y las limitaciones ambientales, dado que estos sistemas producen un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y afectan negativamente la calidad de la tierra, el uso del agua y la biodiversidad.
El cambio climático y la degradación de los recursos naturales perjudican el suministro de alimentos y el contenido nutricional de los cultivos.
¿Cuáles son las medidas para reducir las dietas poco saludables?
El estudio indica que algunas acciones que se pueden tomar incluyen aumentar la comunicación para el cambio de comportamiento junto con programas de asistencia social para abordar las barreras a las dietas saludables y sostenibles, así como cambiar directamente las preferencias de los consumidores hacia opciones de alimentos más saludables.
También es crucial abordar los problemas en torno a la producción comercial y la comercialización de alimentos ultraprocesados y otros alimentos no saludables, y aumentar el suministro de alimentos nutritivos diversos, seguros y asequibles, como frutas, verduras, legumbres y alimentos de origen animal.
"Es fundamental implementar cambios en el entorno alimentario, como la aplicación de reglas y leyes para apoyar entornos alimentarios saludables, así como un fuerte compromiso a nivel global", añade el informe.
La asequibilidad también es crucial para promover el crecimiento económico en favor de los pobres, realinear las políticas agrícolas para apoyar alimentos ricos en nutrientes, y mejorar la infraestructura y la logística para reducir el costo relativo de los alimentos saludables, mejorando así su accesibilidad y disponibilidad.
"Un enfoque holístico reconoce la interacción entre los patrones dietéticos, los entornos alimentarios, la producción y las políticas, junto con factores sociales y ambientales más amplios", se lee en el reporte.
Debido a que ninguna intervención, enfoque o política única puede lograr el cambio necesario, todas las acciones y políticas públicas deben estar interconectadas y respaldadas por una buena gobernanza para abordar las limitaciones cambiantes de deseabilidad, asequibilidad, accesibilidad y disponibilidad, para así lograr dietas saludables y sostenibles.
Impacto de una mala alimentación en la salud
- Dos mil millones de personas se ven afectadas por deficiencias de micronutrientes.
- Dos mil 200 millones de personas tienen sobrepeso o son obesas (40% de todos los hombres y mujeres).
- 148 millones de niños de alrededor de cinco años padecen retraso del crecimiento
- Mil 200 mil millones de personas tienen presión arterial elevada.
- 500 millones de personas tienen diabetes.
Desafíos para una dieta saludable y accesible
Desabilidad: A pesar de que los alimentos saludables están disponibles y son accesibles para la población, las personas no siempre optan por los alimentos saludables.
Asequibilidad: Los ingresos bajos y los altos costos de alimentos seguros, diversos y saludables (especialmente frutas, verduras y alimentos de origen animal) hacen que las dietas saludables sean inasequibles, para al menos dos mil millones de personas en todo el mundo.
Disponibilidad: La disponibilidad insuficiente durante todo el año de frutas y verduras diversas y otros alimentos saludables conduce a costos elevados y fuentes difíciles de encontrar.
Accesibilidad: Los consumidores a menudo carecen de acceso regular y conveniente a alimentos seguros, diversos, saludables y asequibles.
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