Si bien se tenía estimado que las cifras de obesidad infantil en el Reino Unido se reducirían a la mitad para 2030, las predicciones actuales revelan que si las tendencias actuales persisten. La obesidad infantil aumentará un 15 % entre los niños de cuatro a cinco años, y un 20 % entre los diez y los once años de edad.
Esta clara advertencia proviene del Informe técnico sobre disparidades en la salud, que la Asociación de gobiernos locales (LGA) publicará pronto. Estos hallazgos muestran de manera integral que no solo se está lejos del camino para alcanzar el objetivo de salud planteado, sino que en realidad se está avanzando en dirección contraria.
Cuando el gobierno fijó originalmente sus objetivos para 2030, solo el 9.7 % de los niños de cuatro a cinco años se consideraban obesos o con sobrepeso, mientras que el 20.2 % de los niños de diez a once años entraban en la misma clasificación. Sin embargo, si esta tendencia continúa, una cuarta parte de los niños de cuatro a cinco años en el Reino Unido tendrán sobrepeso u obesidad. Al igual que más del 40% de los niños de diez a once años.
Te puede interesar: OMS alerta el impacto nocivo de la comercialización de alimentos infantiles
Llamado a reducir la obesidad infantil
Ante estos hallazgos, la LGA solicita asistencia para:
- Restringir la publicidad de comida chatarra
- Invertir en programas que ayudarán con el control del peso
- Fomentar programas de acondicionamiento físico gratuitos o de precio reducido
De acuerdo con los especialistas, el próximo Libro Blanco sobre Disparidades en la Salud debe estar a la altura de este desafío y poner la salud de los niños en primer lugar. El gobierno ahora debe establecer por ley el objetivo de obesidad infantil para 2030. Y hacerse responsable de volver a encarrilar las estrategias de peso saludable.
Ningún proyecto o idea por sí solo será suficiente. Será necesario actuar desde un nivel muy local hasta el nacional, apoyando a todos los niños por igual para que disfruten de alimentos saludables y nutritivos, independientemente de su origen. Necesitan tomar el control total con medidas estrictas para incluir objetivos obligatorios de reducción de calorías, azúcar y sal.
Te puede interesar: La nutrición consciente: una medida contra la mala nutrición y la obesidad
Una tendencia poco alentadora
La publicación de la LGA sigue de cerca la negativa del gobierno del Reino Unido a adoptar las recomendaciones de la Estrategia Nacional de Alimentos. Que incluyen gravar la sal, el azúcar y los alimentos procesados. Boris Johnson, quien hasta hace unos días era el primer ministro del Reino Unido, denunció recientemente las recomendaciones y afirmó: “La mejor manera de perder peso, créanme, es comer menos”.
Johnson se opuso a las recomendaciones a pesar de que, entre 2019 y 2020 , el Reino Unido experimentó su aumento más significativo en las hospitalizaciones relacionadas con la obesidad debido a la pandemia, no solo por comer en exceso. Durante ese tiempo, más de un millón de personas fueron hospitalizadas.
Además, un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores del Reino Unido, encontró que el 80% de los niños británicos de siete años consumían mucho más del límite diario recomendado, que establece que solo el 10 % de las calorías deben provenir del azúcar.
Te puede interesar: Obesidad alcanza niveles pandémicos en Europa, advierte la OMS