Los suplementos alimenticios son un complemento a la nutrición; proporcionan los nutrimentos que se requieren para mantener un buen estado de salud. Es importante saber que éstos cumplen la función de complementar los nutrientes de una alimentación balanceada.
Por ello es básico llevar una nutrición rica en vitaminas, minerales, la proteína necesaria para el organismo y líquidos abundantes para mantener un balance adecuado; se pueden integrar suplementos alimenticios a la alimentación y obtener los nutrientes que no se incluyen en la dieta regular.
El objetivo básico de los suplementos es aportar nutrientes que en momentos puntuales o por circunstancias especiales no estén consumiendo en cantidades suficientes.
- No son alimentos
- No sustituyen a un alimento convencional
Los suplementos alimenticios se presentan en:
- Cápsula
- Tableta
- Comprimido
- Jarabe
- Suspensión
- Emulsión
- Jaleas
- Geles
- Barras
- Bebida (polvo para reconstrucción o líquido)
10 mitos y realidades de los suplementos alimenticios
En el Webinar 10 mitos y realidades de los suplementos alimenticios, organizado por la Asociación Nacional de la Industria de Suplementos Alimenticios A.C. (ANAISA), la nutrióloga Sandra Armas platicó a cerca de todavía existen muchos mitos en torno a los suplementos alimenticios que hacen dudar sobre su efectividad.
1. Mito. Los suplementos ayudan a perder peso corporal en poco tiempo y sin esfuerzo.
Realidad. No están diseñados para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad. Los ingredientes que algunos contienen como fibra o inhibidores del apetito provocan la disminución en la ingesta de los alimentos.
2. Mito. Se haga o no ejercicio el consumo de proteína aumentará la fuerza y la masa muscular.
Realidad. Ningún suplemento garantiza el aumento de masa muscular si no se hace ejercicio y se lleva una buena alimentación. Un suplemento alimenticio adecuado a las necesidades del consumidor puede hacer una notable diferencia para incrementar la masa muscular y/o mejorar el rendimiento.
3. Mito. Los suplementos alimenticios solo están indicados para los deportistas.
Realidad. Ayudan a complementar planes estructurados, existen variedad de suplementos que junto con buenos hábitos de alimentación y ejercicio brindan excelentes resultados, siempre consultados por un experto de la salud.
4. Mito. Consumir suplementos con proteína puede causar daño en el riñón.
Realidad. No, si se hace con el cuidado y la guía necesaria. Todo en exceso es malo, durante la digestión la proteína se va degradando hasta formar aminoácidos y a la vez producen amoniaco, sustancia que el cuerpo convierte en urea, la cual va a los riñones para ser excretada. Un riñón sano excreta la urea con facilidad.
5. Mito. Pueden los suplementos alimenticios reemplazar la alimentación tradicional.
Realidad. No reemplazar, el cuerpo necesita proceso para mantener la salud como masticar, producir saliva, procesar y digerir alimentos.
6. Mito. Las vitaminas engordan.
Realidad. No, las vitaminas y minerales son micronutrientes que no aportan calorías. Son indispensables para que el cuerpo realice procesos metabólicos como convertir los carbohidratos y grasas en energía.
7. Mito. Los altos consumos de vitaminas causan sobredosis.
Realidad. Si y no, el cuerpo absorbe lo que necesita y el resto lo desecha por la orina.
8.- Mito. Un vegetariano debe consumir un suplemento de proteína o vitaminas y minerales.
Realidad. Sí, lo ideal es contar con la asesoría de un profesional de la salud para seguir un régimen vegano, el suplemento dependerá del tipo de dieta vegana que se siga.
9. Mito. El uso de suplemento de colágeno solo es moda.
Realidad. No, el uso de colágeno es necesario porque a partir de los 25 años la producción de colágeno disminuye, por lo tanto si es recomendable incluirlo en la vida diaria, incluso antes de los 25 años y así asegurar los niveles adecuados de esta proteína.
10. Mito. Todos los suplementos alimenticios son iguales y pueden ser usados por cualquier persona.
Realidad. Los suplementos alimenticios ofrecen una amplia variedad de opciones para completar la nutrición. Es necesario consultar a un nutriólogo para que recomiende según las necesidades específicas de cada consumidor.