Las necesidades de los consumidores han cambiado drásticamente debido a la problemática que ha traído consigo la pandemia del Covid-19. La categoría de suplementos alimenticios ha crecido notablemente en Latinoamérica, tal es el caso de países como Colombia, Perú, Chile, o Brasil, el consumo de estos productos alcanza a más del 47% de la población.
A pesar de la forma en que han permeado positivamente en la población, aún existe una barrera grande que afrontar en otro segmento de la población, que es la desinformación.
Los suplementos alimenticios son productos destinados para complementar la dieta habitual de los consumidores y representan un aliado en la nutrición. En la región de Latinoamérica, el consumo de éstos se ha consolidado, por lo que es normal que surjan muchas inquietudes respecto a este tipo de productos.
El problema de la desinformación de los suplementos alimenticios
Sin embargo, la falta de conocimiento e información científica y verídica en torno a los suplementos es un gran reto que enfrenta la industria, y ante ello La Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (ALANUR), hace esfuerzos constantes para desmitificar y acercar información confiable a las autoridades, a la comunidad científica y a los consumidores.
Ante ello, informar a la población es clave para que puedan, no sólo conocer más sobre la categoría, sino identificar a los suplementos alimentarios y diferenciarlos de otro tipo de productos sin sustento científico.
Durante el webinar: “Mitos y realidades de los suplementos alimenticios en Latinoamérica”, Hugo Palafox, coordinador de asuntos científicos y regulatorios de ALANUR, explicó que: “La desinformación es muy peligrosa. Permitir que circule información no verídica sobre ellos puede poner en riesgo a la población, fomentar la adecuada información es clave para que la gente pueda identificar a los suplementos alimenticios y diferenciarlos de otro tipo de productos sin sustento científico y muchas veces fuera de la normativa de cada país, es decir, productos milagro”.
Mitos y realidades
La Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable ha lanzado algunos puntos para desmitificar mitos en torno a suplementos alimenticios con base en información extraída a través de documentos científicos.
1. Los suplementos alimenticios son medicamentos
- MITO: Son productos que se venden en cápsulas, pastillas o soluciones en polvo, como lo hacen los medicamentos y atienden necesidades específicas de las personas, por lo tanto, pueden ser considerados como medicamentos nutricionales de venta libre.
- REALIDAD: Esta idea viene del hecho de que ambos se venden en presentaciones farmacéuticas orales, es decir, en forma de capsulas, tabletas, polvo, entre otros. Sin embargo, el propósito de uso de cada uno es absolutamente diferente.
2. Solo un especialista de la salud los puede recomendar
- MITO: Sólo los profesionales de la salud saben identificar las necesidades de las personas y por lo tanto, requerimos de su prescripción para poder consumir suplementos alimenticios.
- REALIDAD: Si bien la opinión de un especialista siempre será importante para tomar las mejores decisiones sobre nuestra alimentación; gracias a que los suplementos alimentarios son de libre venta por su naturaleza alimentaria y muy bajo riesgo, no es necesaria su autorización para consumo en personas sanas.
3. Nadie vigila o controla la venta de suplementos alimenticios
- MITO: Cualquiera puede vender capsulas o polvos no están controlados en su regulación y, por lo tanto, representan un peligro para el consumidor.
- REALIDAD: Cada país posee organismos especializados que vigilan muy de cerca a los suplementos alimenticios en el mercado. Hay una robusta estructura regulatoria que vigila y regula cada aspecto de un suplemento alimenticio, desde sus ingredientes, calidad y etiquetado hasta incluso su publicidad.
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