Parte de los alimentos que se consumen en la actualidad vienen envasados, lo que implica que en cierta forma han sido procesados y algunos de ellos incluso son considerados ultraprocesados. Es por ello que las etiquetas alimentarias fueron implementadas para guiar al consumidor a cerca de lo que se ingiere.
Para garantizar que se hagan elecciones saludables en la alimentación, es fundamental tener la capacidad de leer las etiquetas nutricionales de los alimentos, esto con el fin de poder identificar cuáles son los nutrientes benéficos y cuáles son los ingredientes añadidos o aditivos que el cuerpo no requiere.
Entre más logremos que las personas lean las etiquetas y las comprendan, será mucho mejor. Las necesidades nutricionales de cada persona van a variar siempre, pero hay alimentos que todos debemos limitar, sin importar quien esté leyendo la etiqueta”, explica Angela Snyder, nutrióloga del bienestar del Hospital Houston Methodist.
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Los puntos que se deben tomar en cuenta en las etiquetas alimentarias
Angela Snyder reveló algunas recomendaciones que el consumidor podría tomar en cuenta durante las compras en el supermercado para evitar ingredientes o productos que son dañinos para la salud.
- Azúcares añadidos: Los azúcares añadidos son una forma refinada de azúcar que se agrega durante el procesamiento de alimentos para mejorar el sabor. Debido a sus negativas consecuencias a la salud, los productores de alimentos ahora deben especificar la cantidad de azúcares añadidos en las etiquetas de sus productos.
- Sodio: Para combatir el consumo excesivo de sal, Snyder recomienda limitar a 500 miligramos de sodio por comida o bien, que los alimentos que comemos tengan menos de 150 mg por porción. Para aquellos alimentos que son notoriamente altos en sal, como sopas enlatadas, se deberán elegir productos que digan “reducidos en sodio”, “con bajo sodio” o mejor aún, “con muy bajo sodio”.
- Grasas Saturadas: Las grasas son probablemente uno de los nutrimentos más controversiales que existen. Recientemente la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) han quitado las grasas trans de la lista de grasas “seguras”, por lo que ya no pueden ser utilizadas en la elaboración de alimentos procesados.
- Porciones exageradamente grandes: Snyder comenta que se han hecho muchas mejoras en las etiquetas en cuanto a tamaño de porciones se refiere. Se leen mejor pues esta parte está subrayada y en letras más grandes. En ocasiones se asume que algunos productos vienen empacados como una sola porción, cuando en realidad son bastantes más.
- Listas largas de ingredientes: La nutrióloga recomienda revisar la lista de ingredientes de cualquier producto que se vaya a consumir. “Si una bolsa de papitas fritas está hecha de 25 ingredientes, mejor no la compres porque nos habla de un producto muy procesado, en contraste a una bolsa de papas que tiene solo 3 ingredientes: maíz, aceite y sal”, continuó.
Cuando leas la etiqueta de un producto hecho a base de pan, fíjate bien que esté siempre hecho a base de granos enteros, trigo o avena enteros, y evita las harinas refinadas lo más que puedas”, concluyó la nutrióloga Snyder del Hospital Houston Methodist.
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