La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) presentó los objetivos de reducción de sodio para una amplia gama de alimentos procesados, envasados y preparados. Las pautas de 2.5 años se producen cuando el residente promedio de los Estados Unidos consume un 50% más que el límite recomendado de sodio.
Los objetivos voluntarios han recibido algunas críticas de un organismo de control de la salud que argumenta que se debe hacer más para aumentar la conciencia de los consumidores sobre los peligros del consumo de demasiada sal.
“Las pautas voluntarias proporcionan a la FDA una mayor flexibilidad para ajustar estas pautas a medida que se dispone de nueva información de la investigación, la discusión pública y el monitoreo de los alimentos y a medida que evoluciona el suministro de alimentos”, explicó una de las portavoces de la FDA.
La importancia de la reducción de sodio
El Dr. Peter Lurie, presidente del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), agrega que estas pautas son importantes porque ahora la industria de restaurantes y alimentos envasados tiene puntos de referencia claros y alcanzables mediante los cuales los funcionarios de salud pública y los grupos de vigilancia pueden monitorear el progreso que hacen las empresas y las marcas.
Si bien el CSPI está aplaudiendo los objetivos a corto plazo, también señala que el gobierno federal tiene mucho más que puede hacer para alentar a la industria a adoptarlos. Sin embargo, el portavoz de la FDA señala que los enfoques voluntarios han tenido éxito en otros países, como Canadá y Reino Unido.
“También hay mucho más que podría hacer para educar a los consumidores sobre la importancia de la reducción de sodio, estos objetivos siguen siendo voluntarios y, si el cumplimiento es deficiente, se deben considerar las normas obligatorias”, indicó Lurie.
Un plan con miras a 10 años
Otro punto de discordia es el estado de los objetivos para un período de diez años. Actualmente, la FDA no está finalizando estos objetivos a largo plazo. Además de instar a la FDA a finalizar estos objetivos, Lurie también argumenta que debería desarrollar nuevos objetivos intermedios de 6 años para garantizar que el progreso de la industria se pueda medir a mitad de camino.
“La agencia continuará su diálogo con la industria, monitoreará y evaluará el progreso en el logro de los objetivos a corto plazo y espera emitir objetivos posteriores revisados en unos pocos años y continuar un proceso gradual e iterativo para reducir la ingesta de sodio”, afirmó.
Los objetivos de la guía están diseñados para apoyar la disminución de la ingesta diaria promedio de sodio en aproximadamente un 12%, de aproximadamente 3,400 mg a 3,000 mg por día. Esto podría ayudar a prevenir decenas de miles de casos menos de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, ahorrando así miles de millones en costos de atención médica.
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