Ante la creciente demanda de alimentos, temática abordada desde diversas disciplinas, es importante reconocer los cambios en los patrones de consumo y cómo éstos marcan el éxito o fracaso de las estrategias instrumentadas por la industria alimentaria, la cual está sujeta a fuertes transformaciones.
Pero, ¿Cuáles son esos cambios desde la perspectiva de la demanda y necesidades de los consumidores? Los factores de evolución son diversos y han propiciado un incremento global y variaciones de los patrones de consumo en el pasado como en la época presente.
Patrones de consumo hace 10 años
Los cambios registrados en el comportamiento del consumidor hace 10 años a la hora de definir qué productos conformaban su alimentación, se vieron influenciados por una coyuntura tan amplia como diversa:
- Un mayor número de personas se incorporaba a un mercado de alimentos que sufría una transformación, tal y como ocurre en la actualidad como resultado de la emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial a causa del Covid-19.
- Si bien los hábitos de consumo durante la década pasada estaban marcados por el incremento de rentas en los mercados emergentes, en los países en desarrollo una de las preocupaciones al momento de adquirir un producto se pensaba en productos adaptados a las necesidades de las personas mayores.
- El rasgo general de la población activa era la disposición de menos tiempo para realizar “las compras” y preparar los alimentos.
- La cualidad que se destacaba por sobre todas era la creciente preocupación por la salud, tanto en lo que compete a la seguridad de los alimentos como a los efectos de la ingesta de alimentos en el organismo, condicionando muchas veces la elección final de los consumidores, más allá del precio o de la marca.
- En particular, en la adolescencia el comportamiento alimentario estaba determinado por factores externos e internos, como características y necesidades fisiológicas, imagen corporal, preferencias, desarrollo psico-social, estado de salud, etcétera, llevándolos a rechazar la alimentación familiar y elegir otras dietas.
- Era sabido que una adecuada alimentación era muy importante para la prevención y tratamiento de diversas enfermedades, para mejorar el rendimiento, asegurar el bienestar y calidad de vida, y mantener el peso corporal adecuado. Esto último se ha convertido en una preocupación actual dado que el virus del Covid-19 afecta en mayor medida a quienes padecen obesidad.
Cinco patrones de consumo post-pandemia
La industria alimentaria a nivel global tiene como prioridad seguir su operación y fortalecer la importancia de la cadena de valor en medio de la contingencia derivada del Covid-19. Por esta razón, los especialistas ya pueden apreciar las tendencias y hábitos de consumo de alimentos que protagonizarán la industria en un futuro próximo.
La emergencia sanitaria ha impulsado las prioridades hacia la salud, en este sentido, la tendencia se enfoca hacia la alimentación personalizada, por tanto, la seguridad alimentaria es esencial, por eso el consumidor valorará más la trazabilidad y la transparencia de las compañías, en tanto, destacarán:
- Mayor preocupación por dietas que tengan un impacto en la salud. Hay un aumento notable en la búsqueda de alimentos funcionales y alimentos que ayuden a reforzar el sistema inmunitario. Surge el concepto Food for immunity.
- Las proteínas vegetales o las alternativas a productos de origen animal, en la encrucijada.
- En un escenario de compra más racional y con un mayor criterio económico, se intuye que el consumo de productos alternativos puede frenar su crecimiento, principalmente en el segmento del consumidor flexitariano y de más edad.
- El e-commerce se revolucionará. Cadenas de distribución se unen con empresas fuertes del delivery para dar respuesta a la demanda. Fabricantes y distribuidores comienzan a repartir directamente al hogar, por ser la única manera de algunos para subsistir.
- La sostenibilidad seguirá siendo uno de los factores de consumo. Habrá conciencia de que cada acto de consumo tiene unas consecuencias en su entorno. El costo de lo que se consume no se reduce solo a lo que se come. Además, el plástico se convierte en garantía de seguridad para el consumidor.
Pasado y presente: 3 similitudes
- En la actualidad, ante la amenaza de una crisis económica mundial, los consumidores también están preocupados por cubrir sus necesidades básicas con productos elementales cuyo precio no genere un socavón en sus bolsillos, tal como lo hacían antes.
- A eso se añade que la mayoría hoy también se orienta a un consumo saludable y sustentable, es decir, que por un lado ayude a fortalecer el sistema inmunológico para evitar adquirir enfermedades, pero que al mismo tiempo sean amables con el planeta, en aras de evitar una crisis ecológica que tenga repercusiones en la salud humana.
- Otra similitud que destaca es que el tamaño de las familias se ha reducido, se ha incrementado el número de hogares unipersonales, y aunque a partir de la década pasada era común comer fuera de casa, actualmente debido al confinamiento por la crisis del Covid-19, los consumidores han desarrollado hábitos como cocinar y comer en casa.