El U.S. Soybean Export Council (USSEC) llevó a cabo el XII Seminario “La soya en los programas sociales de Latinoamérica”, para dar a conocer los resultados de diversas investigaciones sobre el alcance de la soya.
El Director Regional de USSEC Américas, Francisco de la Torre, además de dar la bienvenida e inaugurar el seminario, señaló que se está haciendo un esfuerzo con industria, gobierno y consumidores de la soya, debido a su importancia en cuanto a su valor nutrimental y producto final. Su valor también radica en la calidad de su aceite y la pasta proteica que es industrializada en otros productos.
Alcance de la soya
El seminario se desarrollo a través de una amplia gama de conferencias a cargo de diversos especialistas reconocidos, quienes mostraron enfoques y estudios de la soya, usos, beneficios y aplicaciones desde diferentes aspectos.
Participaron personalidades como la Dra. Guadalupe Esquivel, Consultora de U.S. Soybean Export Council (USSEC); David Poppens, Director American Soybean Association en Estados Unidos; Jacob Parker, Director United Soybean Board en Estados Unidos; Rebeca López-García, LOGRE Internacional México; Roberto Ambrosio Hernández, Gestión Estratégica del DIF Nacional; Sarah Bak-Geller Corona del Centro de Investigaciones Antropológicas de la UNAM; Linda Funk de Soyfoods Council Estados Unidos; Pilar Vía, Consultor en Nutrición; Oscar Tercero de Alimentos S. A. Guatemala.
Los doctores Nimbe Torres y Armando Tovar del Departamento de Fisiología de la Nutrición del INNCMSZ; la Dra. Julia Elena León del Departamento de Nutrición América Latina de Unilever; Sergio Serna de CIDPRO/ITESM; David Fernández, Asistencia Alimentaria del DIF Oaxaca; Virginia del Carmen Panizza del PNBS-CRB, Colombia; Alejandro Calle Arcila, Consumo y Mercadeo Corporativo, Solla S. A. Colombia; Alba María Ortíz, Gobernación de Cundinamarca, Colombia; Craig Gundersen, NSRL de la Universidad de Illinois; Zaira Valderrama, Dirección General de Promoción de la Salud de la SS; y Antonio Martín Gutiérrez de AMG Comunicación, completaron el grupo de expertos que proporcionaron la última información, actividades y proyectos que se están realizando con la soya.
Así, se presentó evidencia que la soya es una proteína de buena calidad (contiene 36%), de sabor neutro y un alimento para quienes cuidan de su salud. Se indicó que su consumo a largo plazo puede ayudar a disminuir las concentraciones de triglicéridos y peso, por lo que ayuda a prevenir la obesidad y el síndrome metabólico.
Su combinación con otras proteínas mejora significativamente la síntesis de proteínas y mejora el estado nutricio, según estudios científicos. Asimismo, ayuda a la disminución de glucosa, pues la soya cuenta con compuestos bioactivos, los más estudiados son las isoflavonas (daidzeína, gliciteína y genisteína), los cuales ayudan a disminuir la resistencia a la insulina.
Bondades de la soya
Se ha comprobado también que los alimentos de soya (isoflavonas) puede ser un factor que contribuye a los bajos índices de cáncer de próstata en los hombres. De igual manera, existe cierta evidencia que la ingesta de soya durante la adolescencia reduce el riesgo posterior de cáncer de mama. Los estudios en los niños demuestran que las isoflavonas no ejercen efectos estrogénicos en los niños adolescentes.
En ese sentido, los programas alimentarios deberían fortalecer el consumo de alimentos saludables para prevenir la anemia y desnutrición, pues el fin es contribuir a la seguridad alimentaria de la población escolar, acompañado de acciones de orientación alimentaria, lo cual implica realizar menús diseñados con base en los criterios de calidad nutricia.
La inclusión de soya en estos menús y programas, ayuda a fortalecer dicha calidad nutricia. Casos de éxito han sido las experiencias y programas elaborados en Colombia y Guatemala (con la Incaparina, un alimento de alto valor nutritivo que consiste en una mezcla 100% vegetal elaborada a base de harina de maíz y harina de soya).
Con todos los estudios y evidencia, la Food and Drug Administration (FDA) ha hecho una declaración de salud y nutrición de la soya y establece: "El consumo de 25 g de proteína de soya al día, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Una porción debe aportar al menos 1/4 de esta cantidad, es decir, 6.25 g de proteína de soya".
Impulso a la producción
Aunque actualmente existen una diversidad de productos de soya (harina integral, harina desgrasada, texturizados, concentrados, aislados y leche de soya), el reto y compromiso es seguir impulsando su producción, industrialización y consumo, pues se tienen todos los elementos científicos para confirmar que los productos basados con proteína de soya ayudan a abatir problemas de alimentación (desnutrición, obesidad y síndrome metabólico), por lo que se pueden crear sistemas alimentarios estratégicos.
Se concluyó que la soya es una leguminosa funcional, pues además de aportar un valor nutricio, provee beneficios específicos sobre la salud o, bien, reducen el riesgo de enfermedades crónicas. Ante este contexto, se está en un área de oportunidad para el desarrollo de productos más nutricionales que respalden su uso.
Para mayor información visita: www.americas.ussec.org