Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Warwick, destaca cómo las preferencias alimentarias no sólo influyen en la salud física sino que también impactan significativamente en la salud cerebral.
La alimentación, la cognición y la salud mental podrían estar relacionadas con alteraciones en los biomarcadores moleculares. Así como con cambios en la estructura y las funciones cerebrales.
La investigación nutricional sugiere que la relación entre los patrones dietéticos y las funciones cognitivas podría estar potencialmente mediada por el eje intestino-cerebro.
Los patrones dietéticos específicos, como la “dieta occidental”, tienen el potencial de alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, provocando inflamación y estrés oxidativo. Lo que puede afectar a la función cognitiva y aumentar el riesgo de trastornos mentales.
¿Por qué se vinculan las preferencias alimentarias y la salud mental?
El estudio señala que las preferencias alimentarias de cada participante se recopilaron mediante un cuestionario en línea, que el equipo clasificó en 10 grupos como alcohol, frutas y carnes. Un tipo de Inteligencia Artificial llamado aprendizaje automático ayudó a los investigadores a analizar el gran conjunto de datos.
Una dieta equilibrada se asoció con una mejor salud mental, funciones cognitivas superiores e incluso mayores cantidades de materia gris en el cerebro. En comparación con aquellos con una dieta menos variada.
La investigación también destacó la necesidad de modificaciones dietéticas graduales, particularmente para personas acostumbradas a alimentos “muy sabrosos” pero nutricionalmente deficientes. Al reducir lentamente la ingesta de azúcar y grasas con el tiempo, las personas pueden encontrarse naturalmente gravitando hacia opciones de alimentos más saludables.
Además, en función de las cantidades, variedad o combinación de diferentes alimentos y bebidas en las dietas y de la frecuencia con la que se consumen habitualmente, han surgido varios patrones dietéticos tradicionales, como el “patrón dietético occidental” y el “patrón dietético mediterráneo”.
Patrones alimentarios
Jianfeng Feng, autor principal de la investigación y profesor de la Universidad de Warwick, enfatizó la importancia de establecer preferencias alimentarias saludables en las primeras etapas de la vida.
Explica que para desarrollar una dieta sana y equilibrada desde una edad temprana es crucial para un crecimiento saludable.
“Para fomentar el desarrollo de una dieta sana y equilibrada, tanto las familias como las escuelas deben ofrecer una amplia gama de comidas nutritivas y cultivar un entorno que apoye su desarrollo físico y salud mental", enfatiza.
Al abordar las implicaciones más amplias de la investigación, Feng resaltó el papel de las políticas públicas en la promoción de opciones de alimentación saludable, accesible y asequible.
Dado que la implementación de políticas alimentarias nutritivas y asequibles es esencial para que los gobiernos capaciten al público en general para tomar decisiones dietéticas informadas y más saludables, promoviendo así la salud pública en general.
Principales conclusiones
Los principales hallazgos de esta investigación subrayan las asociaciones entre los patrones dietéticos y la salud del cerebro. Lo que insta a realizar esfuerzos concertados para promover la conciencia nutricional y fomentar hábitos alimentarios más saludables en poblaciones diversas.
Esta interesante investigación demuestra además que una mala alimentación afecta negativamente no solo a nuestra salud física sino también a nuestra salud mental y cerebral.
El estudio apoya la necesidad de una acción gubernamental urgente para optimizar la salud de nuestros niños, protegiendo a las generaciones futuras.
Por último, se estima que esto proporcione más evidencia para motivar a la población a tomar mejores decisiones de estilo de vida, mejorar la salud y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
No dejes de ver: Alimentación saludable, recomendación de las pautas alimentarias