Después de dos años de estudios, la Organización Mundial para la Salud (OMS) publicó su primer informe mundial sobre el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la salud, en el que se establecen seis principios rectores para su diseño y uso. Sin embargo, la OMS advierte que la IA deberá tener la ética y los derechos humanos en su centro si quiere mejorar la atención médica global.
La OMS tiene previsto difundir este informe y sus recomendaciones mediante la labor realizada a nivel de los países en el próximo período para asegurarse de que colabora con los gobiernos en este tema y diseña marcos, leyes y políticas apropiados para el futuro. También está trabajando con otros organismos de las Naciones Unidas (y la OCDE) para garantizar la alineación.
“Los países están empezando a hacer uso de la IA para la atención médica y en muchos otros dominios. Esperamos que este informe pueda ayudar a los países a considerar las mejores maneras de diseñar y utilizar la para beneficiar a su propia gente y a otros países y comunidades cuando sea apropiado”, explicó el portavoz de la OMS, Tarik Jašarević.
Los principios propuestos por la OMS para la Inteligencia Artificial
El informe tiene como objetivo guiar a las partes interesadas, ya sean ministerios de salud, empresas, proveedores y la sociedad civil, para que piensen en maximizar el impacto de estas tecnologías en la salud pública. Asimismo, la OMS establece en última instancia seis principios para limitar los riesgos y maximizar las oportunidades intrínsecas al uso de la IA para la salud:
- Protección de la autonomía humana: Las personas deben mantener el control de los sistemas y decisiones de atención de la salud, protegiendo los datos.
- Promover el bienestar humano, la seguridad y el interés público: los diseñadores de IA deben cumplir los requisitos reglamentarios de seguridad, precisión y eficacia.
- Garantizar la transparencia, la explicabilidad y la inteligibilidad: Se debe publicar información suficiente antes del diseño o despliegue de la tecnología de IA.
- Fomentar la responsabilidad y la rendición de cuentas: Las partes interesadas deben garantizar que la IA sea utilizada en condiciones adecuadas por personas capacitadas.
- Garantizar la inclusión y la equidad: La IA para la salud debe fomentar el uso y el acceso equitativos más amplios posibles, independientemente de la edad, el sexo, el género, los ingresos, la raza, el origen étnico, la orientación sexual, la capacidad u otras características.
- Promover una IA que responda y sea sostenible: la IA debe evaluarse continuamente durante su uso para determinar si responde adecuadamente a las expectativas y requisitos.
Combatiendo al Covid-19
La pandemia de Covid-19 también ha acelerado la voluntad de usar la IA y los tipos de usos, según Jašarević. Esto incluye el rastreo de contactos, la vigilancia de enfermedades, el desarrollo de fármacos o los chatbots guiados por IA.
“Como todas las nuevas tecnologías, la IA tiene un enorme potencial para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo, pero como toda la tecnología, también puede ser mal utilizada y causar daño”, indicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
El informe advierte contra la sobreestimación de los beneficios de la IA para la salud, especialmente cuando esto ocurre a expensas de las inversiones básicas y las estrategias necesarias para lograr la cobertura sanitaria universal.
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