La lista anual de la "Docena Sucia" del Grupo de Trabajo Ambiental de los Estados Unidos (EWG) fue investigada y se encontró que carece de afirmaciones respaldadas científicamente de contener toxinas. Esta lista se utiliza como guía para sustituir las formas orgánicas de productos. Sin embargo, los hallazgos demuestran que seguir la lista no resulta en ninguna disminución del riesgo para los consumidores.
Publicado en el Journal of Toxicology, el estudio indica que todas las estimaciones de exposición a pesticidas estaban muy por debajo de las dosis de referencia crónicas establecidas. Además, señala que la lista no sigue una metodología científicamente establecida.
En ese sentido, la junta directiva de Alliance for Food and Farmings (AFF), señala en un comunicado que los consumidores pueden y deben ignorar este tipo de listas y atender las recomendaciones de dietistas y expertos en salud. Elegir las frutas y verduras que disfrute que sean asequibles y accesibles, y comer más todos los días para una mejor salud y una vida más larga.
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¿Qué consecuencias tienen las toxinas en la salud?
Según el Programa de Datos de Pesticidas (PDP) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el 99% de los alimentos muestreados contienen toxinas por debajo de los estándares de seguridad, y el 25% estaban completamente libres de residuos.
Con base en los datos del PDP, los consumidores pueden sentirse seguros de comer una dieta rica en frutas y verduras frescas", dice el USDA.
Los autores de la Docena Sucia dicen que carece de evaluación de riesgos y no aplica principios básicos de toxicología al desarrollar la lista. La lista contiene fresas, espinacas, apio, arándanos, melocotones, manzanas, nectarinas, pimientos, papas, cerezas, col rizada y uvas importadas.
Los hallazgos sugieren que los riesgos potenciales para los consumidores de la exposición a los pesticidas detectados con mayor frecuencia en la lista de alimentos 'Dirty Dozen' son insignificantes y arrojan dudas sobre cómo los consumidores que evitan las formas convencionales de tales productos agrícolas están mejorando su estado de salud.
Además, otro estudio reciente mostró que las actitudes de los compradores de comestibles de bajos ingresos hacia las frutas y verduras dependían de las recomendaciones, ya que los mensajes del EWG y otros grupos afectan las elecciones de los consumidores.
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Influencia negativa
Los mensajes basados en el miedo podrían disminuir la cantidad de frutas y verduras consumidas, lo que tiene efectos adversos, ya que comer menos productos podría aumentar el riesgo de varias enfermedades crónicas. La AFF encontró que el 94% de los dietistas comentan que la lista de la Docena Sucia afecta negativamente las elecciones de los consumidores.
El consumo de frutas y verduras contribuye a disminuir las enfermedades crónicas como las cardíacas, diabetes y cáncer. Estas tácticas de miedo utilizadas en el informe 'Dirty Dozen' están perjudicando a los consumidores, especialmente a las poblaciones vulnerables, y los pueden llevar a comer aún menos productos.
El estudio señala que mientras que los productos convencionales tenían entre 2.9 y 4.8 veces más probabilidades de contener residuos de pesticidas detectables que los productos orgánicos, las muestras de productos orgánicos con frecuencia contenían residuos. Los datos del PDP indicaron que el 23% de las muestras de alimentos orgánicos dieron positivo para residuos de pesticidas, concluye la investigación.
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