En los últimos años, la investigación en nutrición y biotecnología ha destacado el papel de compuestos emergentes como los péptidos bioactivos y los postbióticos. Ambos desempeñan roles esenciales en la mejora de la salud al transformar la nutrición funcional y la medicina preventiva.
Hasta la fecha, se han aislado diversos péptidos bioactivos de una amplia gama de fuentes alimentarias, como productos lácteos, huevos, carne, pescado y soja.
En paralelo, el estudio de los postbióticos avanza, demostrando que, entre otros beneficios, favorecen la microbiota intestinal y mejoran su capacidad para combatir microorganismos patógenos.
La contribución de los péptidos bioactivos como ingredientes funcionales
Los péptidos bioactivos son fragmentos de proteínas que, al liberarse durante la digestión o mediante procesos tecnológicos como la hidrólisis enzimática, adquieren propiedades específicas con efectos beneficiosos para la salud.
Según los expertos, estas pequeñas cadenas de aminoácidos funcionan como señales biológicas en el organismo, regulando distintos procesos fisiológicos.
Aunque tradicionalmente menos estudiados que los péptidos bioactivos de origen animal, los péptidos de origen vegetal han ganado relevancia en los últimos años.
Esta tendencia está impulsada por la creciente demanda de ingredientes sostenibles e hipoalergénicos, especialmente entre los consumidores veganos y personas interesadas en mantener una buena salud.
Efectos de los péptidos bioactivos en la nutrición y el bienestar
La información científica disponible hasta ahora indica que los péptidos bioactivos brindan una amplia gama de beneficios para la salud, entre los cuales se incluyen:
- Regulación de la presión arterial: Los péptidos bioactivos pueden ayudar a inhibir la actividad de ciertas enzimas que causan constricción en los vasos sanguíneos. Esto promueve la vasodilatación, lo que resulta en una disminución de la presión arterial.
- Propiedades antioxidantes: Algunos péptidos bioactivos tienen la capacidad de neutralizar los radicales libres en el cuerpo. Este efecto antioxidante puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y el envejecimiento prematuro.
- Efectos inmunomoduladores: El consumo de péptidos bioactivos puede resultar en una mayor protección contra infecciones.
Las empresas globales continúan enfocándose en la innovación de productos, lo que se prevé impulsará el crecimiento del mercado de los péptidos bioactivos. Este dinamismo generará oportunidades de negocios para todos los actores involucrados en la cadena de valor.
Postbióticos: un paso evolutivo en la comprensión de los bióticos
A diferencia de los probioticos (microorganismos vivos), los postbióticos son metabolitos o subproductos funcionales. La National Library of Medicine define que un postbiótico debe originarse de un microorganismo o una combinación de microorganismos bien definidos, cuyos perfiles genómicos sean conocidos.
Además, debe generarse mediante un proceso tecnológico específico que incluya la producción e inactivación de biomasa, asegurando su capacidad de reproducirse de manera confiable.
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Beneficios de consumir postbióticos
Según la Universidad de Melbourne en Australia, los compuestos postbióticos beneficiosos pueden favorecer aspectos clave como:
• El crecimiento, la actividad y las funciones de los probióticos y la microbiota intestinal.
• Estimular el sistema inmunológico. Un ejemplo de esto son los exopolisacáridos producidos por Lactobacillus delbrueckii ssp. bulgaricus. Estas bacterias son utilizadas en la producción de yogur y tienen la capacidad de mejorar la actividad de las células asesinas naturales del cuerpo.
Según Allied Market Research, los polvos son actualmente la forma más común de postbióticos, pero se prevé que los formatos líquidos experimenten el mayor crecimiento entre 2022 y 2031.
Sinergia entre péptidos bioactivos y postbióticos
La combinación de péptidos bioactivos y postbióticos proporciona un enfoque integral para abordar diversos problemas de salud. Mientras los péptidos actúan a nivel sistémico, influyendo en procesos específicos como la regulación de la presión arterial, los postbióticos tienen un efecto local en el intestino, con beneficios indirectos para el organismo.
Este enfoque sinérgico resulta especialmente valioso en la formulación de suplementos y alimentos funcionales diseñados para tratar condiciones particulares.
El yogur, el kéfir y otros productos lácteos fermentados son ricos en postbióticos y pueden contener péptidos bioactivos derivados de la leche. Jugos, batidos y bebidas deportivas están incorporando péptidos bioactivos para mejorar el rendimiento físico, regular la presión arterial y reducir la inflamación.
Por otro lado, algunos alimentos procesados, como panes, galletas, cereales y barras energéticas, están siendo fortificados con péptidos y postbióticos para ofrecer beneficios adicionales, como mejorar la digestión y el sistema inmunológico.
Avances en nutrición personalizada y sostenibilidad
El creciente interés en los péptidos bioactivos y los postbióticos está impulsando innovaciones en áreas como la nutrición personalizada. Esta tendencia consiste en diseñar productos según las necesidades genéticas y microbiómicas de cada individuo.
Asimismo, se está fomentando el desarrollo de productos derivados de fuentes renovables y procesos respetuosos con el medio ambiente. Como la producción de péptidos a partir de subproductos alimentarios.
Ken Research destaca que, en 2024, el gobierno de Estados Unidos destinó más de 50 millones de dólares a la investigación de péptidos bioactivos, enfocándose en su potencial para tratar enfermedades crónicas.
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