La evolución del rol de la industria alimentaria en la nutrición, no sólo en la producción misma de alimentos, sino también en los estándares de calidad y en la legislación alimentaria, han permitido una mayor disponibilidad de productos frescos y empacados de calidades muy diversas.
La información y uso por parte del consumidor requiere de prácticas educativas más amplias y precisas. Este desarrollo vertiginoso es una respuesta a las tendencias cambiantes del mercado.
V. Braverman, establece tres épocas históricas de importancia para la industria de productos alimenticios: la década de los 70's fue una época caracterizada por un interés marcado por parte de la población en consumir alimentos con poco procesamiento o “naturales”, tales como jugos de frutas, yogurt y panes de grano entero.
Esta tendencia de consumo no fue suficiente para compensar la adopción de hábitos de alimentación poco saludables y los cambios generales del estilo de vida, los cuales favorecieron el incremento en la incidencia de enfermedades crónicas.
Segunda generación de alimentos procesados
Fue así como en la década de las 80's se presenta la segunda generación de alimentos procesados, modificados esta vez en el contenido de grasas y azúcares.
Es así como aparecen en el mercado los productos con los conceptos 'light', 'bajos en calorías', 'bajos en grasa' y 'bajos en azúcar' y paralelamente se resaltan aquellos productos 'ricos en fibra'.
Esta época es muy significativa para la industria alimentaria en lo que a desarrollo tecnológico y productivo se refiere, ya que se tuvo que realizar una gran investigación sobre los sustitutos de la grasa y el azúcar, su caracterización, implicaciones para la salud humana, procesos tecnológicos y pruebas de aceptabilidad con los consumidores.
El fortalecimiento de alimentos modificados obligó a las entidades relacionadas con la regulación de alimentos a definir la normativa de productos modificados, lo cual significó un gran progreso en el etiquetado nutricional de los productos procesados.
La tercera generación
Surge en la década de los 90's con el concepto de las propiedades funcionales y la demanda de alimentos con características especiales y/o protectoras de la salud. Esta tendencia, la cual se ha fortalecido en los últimos años, ha promovido la formulación de productos con características especiales, así como el uso de componentes nutricionales y no nutricionales pero con un efecto benéfico para la salud humana.
En el 2000, el Food Information Council (FIC) pudo detectar que los consumidores entendían mejor los mensajes que combinaban el contenido y la función. Lo anterior cobra gran importancia en la definición de los descriptores para el etiquetado de alimentos funcionales.
Además, se demostró que en la educación al consumidor era más efectivo informar acerca de la calidad de los alimentos específicos y el beneficio de consumirlos, que hablar en forma general de un grupo de alimentos.
A pesar de estos importantes avances que la industria alimenticia ha mostrado, aún enfrenta el constante reto de satisfacer las expectativas y necesidades de los consumidores.
Actual papel de la industria alimentaria en la nutrición
La actual industria de alimentos busca contribuir a la educación nutricional al ofrecer productos que respondan a las necesidades actuales de los consumidores, informando sobre los ingredientes del producto y sus características nutricionales. Teniendo en cuenta el importante papel que desempeña la industria en el suministro al consumidor, la educación es considerada como una de sus responsabilidades sociales.
Los alimentos con ventajas adicionales para la salud ofrecen, como siempre, un alto potencial de creación de valor es transmitido hoy en día al consumidor. Mediante el enriquecimiento de comidas y bebidas con ingredientes como micronutrientes, los consumidores obtienen un valor adicional especial, ya que la nutrición sana se combina con la conveniencia.
El lema es “Listo para comer/beber – pero sano (“Ready to drink/eat – but healthy”).
Retos actuales y futuros de la industria alimenticia. Los estudios hasta ahora realizados demuestran la importancia de los alimentos como fuente de sustancias nutritivas y no nutritivas que tienen un papel determinante en la prevención y cura de muchas enfermedades crónicas y cáncer.
Esto significa para la comunidad científica, gobiernos, sector salud, entes reguladores e industria, enfrentar día con día nuevos retos, entre los que se destacan:
- Innovación tecnológica, la investigación científica, la innovación tecnológica y la actual tendencia hacia lo saludable revolucionaron la industria alimenticia con el nuevo concepto de "alimentos funcionales".
La aceptación de estos alimentos se relaciona con diversos factores: gusto, calidad, precio, comodidad, confiabilidad, familiaridad con el producto, naturaleza de la compañía ofertante, forma de comunicar los efectos en la salud y de los conocimientos y conciencia que se tengan sobre los mismos; reflejando la importancia y necesidad de comunicar e informar a los consumidores con mensajes sencillos, claros y de fácil comprensión.
Por estas razones, resulta relevante analizar el conocimiento de los expertos en nutrición sobre los alimentos funcionales, ya que actúan como referentes y líderes de opinión en temas relacionados con la alimentación y la salud, ejerciendo un importante papel en el tratamiento nutricional de enfermedades crónicas y en la mejora de la calidad de vida de la población. Como nexo entre ciencia, industria y consumidor, constituyen una pieza clave y cumplen un rol fundamental en educación y asesoramiento.
- El uso de la biotecnología para el desarrollo de alimentos funcionales. El uso de la biotecnología en la producción de nuevos alimentos, implica una mejora añadida en la elaboración de estos productos, ya que, las técnicas de ingeniería genética permiten introducir determinados cambios ofreciendo una mejor calidad de producción, más eficiente y segura para la salud.
- La definición de los lineamientos normativos para la comercialización de los alimentos funcionales, así como la definición de procedimientos sistemáticos que permitan medir y evaluar el efecto benéfico o impacto nutricional en el consumidor.
Es urgente definir normas específicas que permitan un óptimo desarrollo de este mercado, en función de las regulaciones del etiquetado nutricional y la educación al consumidor.
A nivel internacional existe una falta de terminología común para destacar las cualidades de de ingredientes y alimentos; de la misma forma, a nivel local es necesario que los reglamentos existentes respondan a un mercadeo agresivo y una comercialización creciente de productos tales como los suplementos e ingredientes funcionales. Todo esto trae como consecuencia que en los diferentes países se estén utilizando calificativos poco precisos, los cuales podrían inducir al engaño o a crear confusiones entre la industria y el consumidor.
- Los efectos metabólicos de los componentes de forma aislada y las interacciones sinérgicas que presentan en el alimento y durante el proceso digestivo.
- Los efectos del procesamiento casero e industrial en la composición del alimento y la biodisponibilidad de las sustancias activas o ingredientes funcionales.
- La validación de los métodos analíticos y entidades autorizadas para llevar a cabo la caracterización y validación de los nuevos ingredientes.
- La determinación de las cantidades de ingredientes funcionales requeridas para lograr un efecto benéfico, lo cual serviría de base para establecer en el futuro las recomendaciones dietéticas sólidas de este tipo de componentes.
- Formular productos específicos que satisfagan necesidades: nutricionales, de salud, bienestar, conveniencia y que reúnan expectativas particulares del consumidor.
- Definir el tipo de información que va a incluirse en la etiqueta, la cual debe basarse en las regulaciones vigentes.
- La revisión del enfoque de la educación nutricional sobre el valor de los alimentos, donde se considere las nuevas tendencias en el estudio de éstos, el agresivo mercadeo de alimentos y la cantidad de información que recibe el consumidor por los diferentes medios.
Enfrentar los retos
Estos retos implican llevar a cabo un trabajo interdisciplinario entre industria-consumidor-gobierno y requieren el análisis integral de la situación con el fin de desarrollar programas de orientación al consumidor en torno a la selección y preparación de alimentos ricos en micronutrientes y otros componentes beneficiosos para la salud.
El mayor interés de la industria alimentaria por desarrollar productos funcionales es un aliado importante; sin embargo, es importante considerar las investigaciones científicas que evidencien el beneficio potencial y que vayan enfocadas a resolver las principales necesidades del consumidor.