En Latinoamérica, la cultura gastronómica ha experimentado numerosas evoluciones a lo largo de los años.
Sin embargo, recientemente, el concepto del 'Plato del Bien Comer' ha cobrado especial relevancia, transformando no solo los hábitos alimenticios de la población, sino también las decisiones técnicas y estratégicas de ingenieros alimentarios y profesionales de la industria.
En este sentido, podemos decir que el Plato del buen comer es una guía nutricional desarrollada por la Secretaría de Salud de México en 2010. La guía promueve una alimentación saludable y equilibrada, basada en el consumo de alimentos frescos, naturales y de origen vegetal.
Se divide en tres grupos de alimentos:
- Verduras y frutas: Representan la base de la alimentación y deben consumirse en abundancia.
- Cereales integrales: Proporcionan energía y fibra.
- Legumbres, carnes, pescados y huevos: Aportan proteínas, hierro y otros nutrientes.
Impacto en la industria
Sustentabilidad y origen local: Una de las tendencias más notables es la preferencia por ingredientes locales y sostenibles. Promueve el consumo de alimentos frescos y de temporada, lo que ha llevado a la industria a reconsiderar sus fuentes de abastecimiento.
Innovación en procesos y recetas: Los ingenieros alimentarios se enfrentan al desafío de adaptar productos y recetas tradicionales al nuevo paradigma. Esto implica una reingeniería en la selección de ingredientes, en los procesos de producción, y en la presentación final del producto.
Educación y conciencia alimentaria: La implementación del 'Plato del Buen Comer' en la industria no solo implica cambios a nivel técnico, sino también a nivel educativo. Las empresas tienen el reto de educar a sus clientes B2B sobre los beneficios y aplicaciones de este modelo en sus respectivas áreas.