El Día Mundial de la Alimentación 2020 se celebra este año en circunstancias insólitas debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, que se ha convertido en factor que amenaza con aumentar el hambre en el mundo.
Este día fue instaurado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para promover la concienciación y la acción en todo el mundo a favor de las personas que padecen hambre y para recordar la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y dietas nutritivas para toda la población.
La FAO tiene como objetivo aumentar los acontecimientos de la población sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
El Día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945, no obstante, fue en 1980, la Asamblea General de la ONU respaldó la celebración del Día por considerar que “la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental”.
Este año la conmemoración se realiza bajo el lema “Cultivar, nutrir, preservar. Juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro”, con el que se buscar reivindicar los sistemas agroalimentarios más resilientes y robustos y la solidaridad mundial.
Este año, este día llega en medio de la pandemia provocada por el Covid-19, problema mundial que ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas alimentarios, además de que amenaza con abocar a más millones de personas al hambre.
Para la FAO, mientras los países comienzan a desarrollar e implementar planes de recuperación del coronavirus, existe la oportunidad de adoptar soluciones innovadoras basadas en evidencia científica para mejorar nuestros sistemas alimentarios y reconstruir mejor.
La tecnología como aliado en la alimentación
Las tecnologías digitales son clave para transformar la manera de producir, procesar, comercializar y consumir los alimentos, y para desarrollar sistemas alimentarios más resilientes y robustos, de acuerdo con la FAO.
Tienen el potencial de cerrar la gran brecha digital entre los países desarrollados y los países en desarrollo, ciudades y zonas rurales. Pero la digitalización es una realidad distante para más de 3 mil millones de personas en el mundo que carecen de acceso a Internet, la mayoría de las cuales viven en zonas rurales y remotas.
Las nuevas tecnologías prometen cambios revolucionarios para los pequeños agricultores. Esto incluye imágenes por satélite, teledetección y aplicaciones móviles y de cadenas de bloques con el potencial de optimizar las cadenas alimentarias, aumentar el acceso a alimentos nutritivos, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, mejorar la gestión del agua, luchar contra las plagas y enfermedades, supervisar los bosques o preparar a los agricultores ante las catástrofes.