Para informar y propiciar que la población en el mundo haga conciencia sobre la obesidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 12 de noviembre como el Día Mundial de la Obesidad.
Este día también se conmemora para informar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de la adopción de medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad, que se define cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es igual o superior a 30 kg/m². También se considera signo de obesidad un perímetro abdominal en hombres mayor o igual a 90 cm y en mujeres mayor o igual a 80 cm.
Con la pandemia por el Covid-19, la importancia del cuidado de la salud se ha vuelto una prioridad, en tanto las personas que padecen obesidad se encuentran dentro de los grupos vulnerables ante esta enfermedad.
De acuerdo con la OMS, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a causa de este padecimiento. Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, en la actualidad también es una enfermedad prevalente en los países de ingresos bajos y medianos.
El organismo internacional considera que los gobiernos, los asociados internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen una función crucial en la prevención de la obesidad.
Alimentación como aliado
El estilo de vida o el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona, puede ser beneficioso para la salud. De ahí la importancia de que el individuo con obesidad conozca que con menos kilos tendrá más vida y que sus órganos internos funcionarán mejor, que la química de su organismo mejore, que se sienta más libre, que viva más y mejor.
Es por ello que aprender a elegir una dieta con base en alimentos saludables y con mayor cantidad de nutrimentos se ha convertido en la base para hacer frente a esta enfermedad, que se relaciona con otros padecimientos como síndrome metabólico, hipertensión, diabetes, dislipidemias e hígado graso.
De modo que la alimentación es uno de los principales factores que favorecerían la disminución de los índices de obesidad, en tanto que los hábitos de alimentación son formados desde la infancia, pero pueden ser “re-aprendidos” en la adultez.
Por otra parte, Matías Marchetti, nutriólogo especialista en deporte, comparte que se debe hacer un cambio de actitud para tener nuevas estrategias de alimentación sumadas a la ciencia con acompañamiento profesional para contar con herramientas que permitan elegir una opción de alimentación saludable y con ello prevenir enfermedades, como la diabetes.
“No sólo es comer, es nutrirnos. No se trata de dejar carbohidratos o dejar los fritos y se acabó el problema, porque estaríamos todos mucho mejor. Se trata de poner en el mismo cesto a todas las personas”, dijo el especialista durante el seminario “El nuevo enfoque de la nutrición hacia el 2021”.
Cinco datos sobre la obesidad
- La obesidad se define como una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
- En el mundo, más de 1.9 millones de personas tenían sobrepeso y más de 600 millones tenían obesidad.
- LA OMS estima que alrededor de 41 millones de niños menores de 5 años padecen obesidad.
- La obesidad suele ser el resultado de un desequilibrio entre las calorías consumidas y las gastadas.
- Una dieta saludable puede contribuir a prevenir el sobrepeso y la obesidad.
¿Qué se puede hacer para prevenir la obesidad?
- Elegir alimentos variados, de todos los grupos (lácteos descremados, carnes con bajo contenido graso, huevos, vegetales y frutas, cereales, legumbres, aceites vegetales, agua).
- Restringir o evitar el consumo de grasas presentes en alimentos como lácteos enteros, carnes con grasa, fiambres y embutidos, quesos duros, aderezo o snacks).
- Evitar el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares refinados (dulces, azúcar de mesa, gaseosas, golosinas, entre otros productos).
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Consumir suficiente agua segura y potable.
- Evitar ayunos prolongados, realizar al menos cuatro comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena), moderar las cantidades.
- Mantener un estilo de vida activo, realizando actividad física acorde a condiciones de salud y recomendación médica.